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sábado, 17 de diciembre de 2011

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN, ¡QUÉ MIEDO, MIAAUU!

Hoy vi a mi mamá un poco menos triste, creo que se siente mejor porque me estuvo hablando como siempre, animosa aunque aún la observo algo preocupada.  Bueno, yo me siento tranquila, espero que el estado de mi papi se supere y que vuelva a cuidarse, tal y como lo hacía antes. 
   Los escuché platicar acerca de los trastornos alimenticios; yo me pregunté qué sería eso, así que me eché sobre el teclado y comencé la búsqueda.
   Lo que descubrí es que existen varios trastornos alimenticios, que consisten en una forma inadecuada de ingerir alimentos ya sea en exceso o en mínimas cantidades. 
   Después de leer la enorme influencia que ejercen los medios de comunicación para presentar un modelo positivo y exitoso van asociadas a las personas delgadas y bellas.  Así, muchos jóvenes dejan de comer para obtener una imagen idealizada por las pantallas.  En realidad, existen muchas enfermedades originadas por una mala alimentación, pero lo principal es la distorsión de la autoimagen, esto es, las personas se miran al espejo y se ven en forma diferente a la real.  ¿Cómo es eso?  Cuando yo me miro en el espejo, veo una gatita hermosa, linda,  consentida, con unos enormes y expresivos ojos verdes, irradio elegancia,  distinción, clase.  Esa es la verdad, eso es lo que soy.  Entonces, si yo tuviera algún trastorno alimentario, ¿qué es lo que vería?  ¿Acaso vería una gata desaliñada, fea y greñuda? 
    Afortunadamente, no tengo enfermedad alimentaria, verán, yo como croquetas, alimento suave, premios y a veces tomo un poco de lo que comen los demás de la casa, pero sólo a veces.  

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