Los Diarios y
Revistas habían sido, desde mi nacimiento, parte esencial de mi existencia,
pues mis abuelos, mi tío, mamá y hermano tenían siempre alguno de estos objetos
a la mano. Recuerdo que mi mami
mencionaba que antes existían las revistas Hoy, Ser, que incluso mi abuelo
colaboró en revistas como Revista de revistas, Quehacer político, Notitas al
pastor, etc., además del Universal Gráfico., del que fungió como Jefe de
Redacción durante algunos años.
Como es de suponer,
aunado a mi notable e innata inteligencia, fui creciendo rodeada de estímulos
culturales que me dieron la posibilidad de analizar situaciones, conflictos,
posturas, acciones y teorías que no han
hecho sino complejizar cada vez más mi elaborado razonamiento.
Por otra parte, aunque
soy una gatita “letrada” y sabionda, soy
humilde y acepto mi total ignorancia ante esa clase se seres que son iluminados
por la sapiencia, la razón y el entendimiento extraordinario, esos que son dioses y que no van al
baño. Me refiero a que cuando yo como,
mi aparato digestivo cumple su función y lo que no ha de asimilar mi bello y
peludo ser, lo desalojo en el arenero, mis heces las tapo con mis suaves y
acolchonadas huellitas por dos razones: el pudor y evitar el mal olor.
Bueno, esto es una
descripción breve de mi desarrollo cognitivo, cultural y orgánico que dista
mucho del de los “iluminados” Brozo y Carlos Marín, que forman parte de un
grupo de sujetos que imagino vienen de otro mundo porque se atreven a denostar
a los seres vivos que habitamos en este nuestro México.
Yo tan linda,
elegante y genial, NUNCA me atrevería a faltar al respeto
Desde hace más de
dos meses no tengo televisión, resulta que uno de mis lacayos, Tomasito, dio un
salto con piruetas desde lo alto del librero y la tiró, creo que a él le
disgustaba que mis mamis y yo viéramos
los noticieros. Bueno, desde entonces he
recurrido al Internet para mantenerme informada y veía el canal del periódico
del que, desafortunadamente, ocupa un cargo importante “el iluminado” Carlos
Marín.
Mi mami se distrajo
y en consecuencia, continuó la transmisión de ese canal, era de un programa
titulado “Con los de enfrente”. Ahí
participan varios periodistas de los diarios El Universal y Milenio. Escuché que participaría el fatuo de Marín,
así que intenté obstruir mi canal auditivo con las patitas, me costó trabajo
porque siempre utilizo una sola mano para bañarme, así que fue una experiencia nueva
para mí. El programa versó sobre la
transparencia y la declaración patrimonial y, cuando estaban exponiendo sus
ideas los periodistas, el iluminado Marín los interrumpía, haciendo despliegue
de mala educación y falta de respeto a las opiniones de los demás.. Él mantuvo durante un rato, el que yo aguanté
antes de apagar de un zarpazo la compu, la defensa de que los políticos no declaren
sus bienes y agregó, en un tono despótico como de César, que “la chusma” no
tenía porqué saber cuánta riqueza y de qué bienes inmuebles gozan esos sujetos,
me refiero a los políticos.
Ahí me sentí
profundamente ofendida; si bien yo poseo una mansión, esta se ubica en una zona
residencial de la clase media, mi mami es maestra, mi otra mami es
investigadora, mi hermano y mi tío son casi tan sabios como yo y no me atrevo a
decir en contra de la raza humana nada
que pueda denostar o herir susceptibilidades porque yo pertenezco a la
población mexicana, y creo tener el derecho, así como lo tienen los demás, a
saber cuánto pase en mi territorio. No
es mío por dádivas, trueques, compra o
robo, es mío porque soy mexicana y si damos el cargo público a alguien, debemos
recibir cuentas de sus acciones y qué mejor manera que la transparencia y la
declaración de bienes al ingreso al
servicio.
Hace unos días, me
enteré que otro “iluminado”, el repugnante Brozo que es lo mismo que Víctor
Trujillo, comediante y payaso, había insultado al pueblo mexicano. En su programa de radio se atreve a utilizar
como gentilicio “perrada” para referirse al pueblo y agregar un adjetivo “ignorante”
para luego agregar que “le venden mierda”.
Yo diría, desde mi humilde sabiduría, mi genialidad, belleza y elegancia,
que él es quien vende la mierda y me da vergüenza saber que hay quienes le
apoyan. Brozo, para mí, es un tipo que
ni siquiera podría estar en las esquinas haciendo malabares y que su calidad
es de un nivel muy bajo, tan bajo como
las palabrotas que utiliza en sus transmisiones porque para hacer comentarios
irónicos, picarescos y letales, no es necesario usar palabrotas, se requiere la
utilización atinada del lenguaje.
Y al verlos, me
refiero a Don Marín y a Don Trujillo, su
apariencia es totalmente nacional, son unos mestizos totales, así que no hay
nada que marque la diferencia entre ellos y la chusma o perrada. Entonces, por qué se sienten diferentes? No
son mexicanos? Por supuesto, no tienen el tipo de extranjeros, así que tal vez
vengan de otro planeta, su alimentación se haga como decía Camilo José Cela que podía beber agua (por el
ano) y entonces, podría entender la razón por las que de su boca salga tanta
flatulencia.
Bueno, ya invertí
mucho tiempo en estos sujetos que no me provocan más que repugnancia, asco,
repudio y vergüenza. Me alegraría
mucho que no fuesen mexicanos…¡¡MIAAAAAUUUUU!!!!,
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