¡MIAU, SNIF! ¡
El día de
hoy fue como muchos, mis mamis me adoraron y no salí a la calle; es que
pretendo que mi mami me considere una gatita bien portada. Mi espíritu es inquieto, así que estuve
haciendo cosas que a muchos gatos no les agradan, por ejemplo, jugué a mirar a las aves y hablar con ellas, no
atacarlas.
Bueno, estaba en la computadora chateando
con mi admirador secreto –mi mami desconoce su existencia—cuando me percaté de
la hora: ¡se me había pasado el tiempo y era momento de cenar! Solicité un momento para ingerir mis
alimentos de manera delicada para evitar la ingestión de gases, pero sonó el
teléfono. “? Quién será? Seguramente es mi hermano”, pensé mientras
deglutía un pedacito de alimento. Después,
mi mami me dijo que era para mí: “Ágata, es tu tía, quiere platicar contigo”,
me dijo.
Abandoné mi mesa y me dirigí hacia donde
estaba ella, que me ofreció el
auricular. Estuve platicando con mi tía
acerca de sus nietecitos, dos cachorros un poco más grandes que mis
sobrinos. Me dijo que uno de ellos está enfermo.
En eso estaba cuando sonó mi celular, la
melodía que tiene es diferente a la del de mi mami, pero ella lo contestó. Era mi gatito, yo me desesperó porque no supe qué debía hacer, si cortar la charla con
mi tía y reiniciar el diálogo felino o esperar a que ella concluyera la información
que me proporcionaba. En fin, creo que
mi minino comprendió que yo no debía, por lo delicada y considerada que soy,
terminar mi conferencia telefónica.
Una vez desocupada, bajé a la computadora
para intentar reiniciar el chat, pero ya no estaba… ¡SNIF!
Espero que mañana se reinicie el diálogo con mi gato, ¡MIAUU!
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