Mi mami es casi como
yo de sabia, no cabe duda. Yo siempre
llego a conclusiones positivas por mi propia cuenta, pero ella siempre necesita
algunos empujoncitos, es que tiende a la tristeza. Por eso es que duermo tanto, me agoto de
animarla y, por si eso fuera poco, requiere de más ayuda.
En un principio,
cuando nací, le bastaba con verme dormir y con que yo ronroneara, pero ahora
necesita más motivaciones. Por eso es
que ahora, que estoy tecleando el tablero, creo que a pesar de mi nobleza, mi
virtud, mi sapiencia y mi no modesta humildad, agradezco a la familia, a las
compañeras y amigas de mi mami y a su trabajo.
Creo que la ocupación y la responsabilidad le vienen bien anímicamente,
además del beneficio alimentario que me toca.
Hoy vino mi
sobrino, ella está feliz. El niño le
dice cariñosamente “Bis”, y yo me pregunto si hay una mami como ella en el
mundo y por eso ella recibe ese nombre… No lo sé, pero lo que sí puedo afirmar
es que de nuevo tengo a mi mami conmigo, cariñosa, alegre, apapachadora y
consentidora. La escuché decir que si yo
hablara, sería insufrible. Bueno, yo
llego a la conclusión de que para ser elegante, majestuosa, hermosa, linda,
sabia, inteligente y muy, muy amorosa, no necesito hablar. ¡MIAUU!
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