Siempre es lo mismo
con ella. No sé a qué se deba y eso que
soy sabia… A mí me encanta dormir, eso me ayuda a mantenerme joven y bella
porque dormir es alimento para mí y el reposo me mantiene alejada de
sobresaltos. Tal parece que a mi mami
eso ya no le interesa, porque siempre que quiero dormir me dice: “Adelántate,
voy a calentar mi agua” o inventa cualquier otro pretexto y se queda hasta
altas horas de la noche… “Como está
viejita, tal vez ya no necesita dormir tanto”, reflexiono… “Sí, seguramente es
a eso a lo que se debe, pero además, es muy desconsiderada. Cuando yo estoy extendida, reposando mi
peludo y terso cuerpo sobre el colchón, llega y me dice: “Ágata, hazme un
lugarcito”. Yo me hago la dormida, me
pongo más pesada y lanzo un maullido casi inaudible, para que se entere que me
incomoda.
Otros que me
molestan son mis admiradores que viven en la casa contigua, cada noche me dan
serenata… Yo intento decirles que no me conquistarán con su música ni sus
voces, pero no entienden. Creo que los
debo tener totalmente hechizados con mi elegancia y la negrura de mi pelo…
El descanso es una
actividad necesaria para todos los seres vivos, cuando dormimos nuestro cerebro
descansa a través de los sueños y eso nos ayuda a ser más inteligentes, como
yo. Pienso que a eso se debe que veo
cada vez más torpe, más lenta, más desatenta y desmemoriada, además de
arrugadita a mi mami. ¡MIAU!
No hay comentarios:
Publicar un comentario