¿CONSEJO RACIONAL?... ¡MIAUUU!

 

 

  Con estos calores atarantadores ni he tenido ánimos para pensar.  Mi gordis me platicó sobre un profesor que impartía la asignatura de Teoría Educativa que solia cuestionar a los alumnos de la Normal de Especialización para intentar crear en ellos un pensamiento más racional y el compromiso hacia la especie.

 

   Casi cada vez que se acercaba el término de la clase en la que se abordaban los temas concernientes a la filosofía educativa, su evolución y las relaciones al interior del binomio “maestro-alumno”, el profesor decía: “Dejas pasar, dejas ser?” y “Vives o vegetas?”.

     Mi Tere no recuerda el nombre de aquel sabio profesor, al que describe como un hombre de estatrura regular, cincuentón en esa época y que cargaba con una especie demaletín que ahora concluye que era una vocina, pues el hombre hablaba a través del uso de un micrófono.  “Nunca hablé con él en forma directa, es decir, no tuvimos un diálogo fuera de la clase, así que no sé si tenía alguna dificultad al hablar de cerca.  Eso era lo que nos impactaba a la mayoría de los estudiantes, más que el contenido de la clase y la invitación que hacía al alumnado para la construcción de compromisos sociales y educativos”, me dijo mi gordis con desaliento al recordar la lucha infructuosa del profesor.

   Mi gordis egresó de la Normal de Especialización en el año 1993, hace 31 años y es hasta hace poco tiempo que comprendió la intención del docente. “¡Ay, mi Tommy! La mayor parte de los jóvenes en todas las épocas son irreflexivos, comodinos y lo que nos urge es que el tiempo pase y lo haga a nuestro capricho; como la reflexión es una tarea mental que implica tiempo, no se le da el  suficiente pues siempre hay algo más importante qué vivir”.

   Yo miré a mi gordis con compasión, creo que anda triste y muy acalorada.  Respiré profundo, suspiré y le propuse dedicarse sólo a escuchar los audiocuentos, que deje de lado todo lo que ocurre en torno al imperio que, a fin de cuentas, no le queda más que dejar pasar y dejar ser… ¡MIAU!

 Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco a todos mis seres queridos, los que están y los que ya trascendieron por todo lo que me continúan prodigando, agradezco a mis mascotas que son acompañamiento amoroso, agradezco a la vida por permitirme continuar aquí y agradezco por este día.

 

 

  

 P