DIARIO DE ÁGATA; RONRONEOS Y MAULLIDOS DESDE MI RINCÓN

 

¡FELICES FIESTAS!... ¡MIAU!

   Todos los diciembres suelen ser de ensanchamiento corporal y afectivo, el último mes del año en que se incrementan las ocasiones para demostrarnos el afecto a través de sonrisas, palabras, abrazos, besos, regalos y comida.

   Las fiestas decembrinas, que inician con Las Posadas son verdaderamente asombrosas, las que se hacen en la casa de la amiga de mi gordis me encantan porque Paty tiene una voz extraordinaria, los cantos y rezos que dirige son excelsos, toda su familia nos hace sentir importantes por toda la atención, amabilidad y bonomía que nos prodiga, además de la abundante y deliciosa comida que nos ofrecen. Yo creo que son unos grandes anfitriones que al emular la labor de los caseros que dieron hospedaje a la Virgen María y a San José, experimentan el amor total hacia Dios y sus semejantes.

   Mis tíos, los texanos, llegaron hace algunos días y quisieron reemplazar mi horno – cama – torre de vigilancia; creo que me vieron con ternura mientras dormía ahí y pensaron muy atinadamente en obsequiarme  una superficie amplia, sobre la que  pueda hacer piruetas o voltearme con entera libertad.. 

   Hoy será Noche Buena y mañana Navidad.  Desde mi gatuna felinidad espero que todos disfruten esta noche y que las bendiciones del Niño Dios lleguen a todos los seres vivos del mundo… ¡MIAU!

  

Mis agradecimientos estoicos.

   Agradezco a mis seres queridos, a los que están aquí y a los que ahora gozan de vida eterna, por su compañía, amor y experiencias compartidas; agradezco a mis mascotas por su alegría y dulce compañía; agradezco a José Francisco Díaz Salado por incluirme entre su grupo de amigas y seguidoras porque ahora sé que mis amistades se multiplicaron y eso me hace muy feliz; agradezco por estos días y por mi familia.