Esta primera semana del receso laboral de mi
mami ha sido fantástica, yo la he disfrutado mucho pues me sirve a toda
hora. Bueno, a cambio, se apodera de mi
compu en las noches, Llegó una tía a
visitarnos, ella es muy linda y yo me siento feliz pero aún no le tengo la
confianza suficiente, así que no la puedo mandar de la misma forma que a mi
familia más cercana, es decir, a la que me visita con mayor regularidad.
Pues bien, las vacaciones y los recesos laborales son solamente para
los simples mortales, no para los nobles, como yo, que las disfruto
permanentemente. En estos días lluviosos, yo aprovecho las mañanas para salir
al patio, así que despierto a mi mami que siempre está desvelada por ser adicta
al juego del solitario. Yo no sé por qué
pierde el tiempo ahí, no hay diversión alguna en formar filas, pero en fin, le
permito jugar porque mientras tanto, yo duermo en la cama, que es toda para mí
solita. Me estiro, me volteo, me
levanto, la recorro, la pongo suavecita y me vuelvo a acostar…Ella sube de
madrugada, cansada, con los ojos brillosos y muy rojos, se parecen a los focos
que indican a los coches que me dejen pasar las calles; cuando llega a mi aposento, yo finjo dormir,
me estiro más sobre la cama para indicarle que es mía, pero ella me dice
dulcemente: “Ágata, hazme un lugar por favor”.
Entonces, yo me levanto, me estiro, voy a la mesita y la dejo acostarse,
la miro y me dirijo a donde ella se encuentra para obligarla a que me abrace…
¡Es que es tan tierno dormir abrazada!
Así paso las noches, después escucho a los pajaritos… ¡hay muchos nidos
en los árboles cercanos! Escuchar el
gorjeo de las aves me alborota, comienzo a soñar que soy una cazadora, que tan
valiente, grande, hermosa, poderosa y ágil, me abalanzo sobre ellos y juego, entonces,
dejo los brazos de mi mami y salto a la ventana, me asomo y los miro…
La adrenalina me provoca sed, entonces me
acerco a ella y la despierto, le exijo que me abra la llave, que me dé unas
botanitas y luego, al patio…. ¡MMMIAUUU!
¡Mi mami de verdad me quiere, aunque seguramente, lo hace para congraciarse por ocupar mi espacio
cibernético!
Después de reflexionar acerca del tiempo que ella estará en la casa durante su
receso, concluyo que es afortunada porque tiene el privilegio de darme lo que necesito durante todo el día, eso
debe ser muy importante y valioso para ella, hasta me da envidia. ¡MIAU!
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