Ayer, cuando
investigué acerca de los famosos y talentosísimos cantantes de rock, cuando me alarmé por
conocer el trágico final de Kurt Cobain
y el de mi ídolo Elvis, cuando investigué acerca de la labor activa de Sean
Brenan a favor de los dulces e inocentes animalitos, me llamó la atención leer
una clasificación: Generación X.
Como soy curiosa y
era muy tarde, dominé mi personalidad
detectivesca y fui a dormir, pero hoy busqué en Internet a qué se refiere el
término y encontré lo siguiente:
1. Pertenecen a esta generación todos los que
hayan nacido entre mediados de los años 60s y mediados de los 80s.
2. Esta
denominación está inspirada en la novela de Douglas Coupland
3. Hace
alusión a los hijos de la generación en la que se dio el rompimiento de
esquemas tradicionales de comportamiento.
4. Se
ajustan a los cambios, tienen habilidad para utilizar la tecnología.
5. Aman
los gustos de los 80s.
6. Son
consumistas, compran abundantemente productos y servicios que no les son
indispensables.
Debo aclarar que me
intrigó saber esto, pues mi mami nació a mediados de los años 60 y no me
imagino cómo sería en su juventud, si habrá experimentado comportamientos que
salen de la normalidad, pero hay algo
que me tranquiliza: no tiene la capacidad mental para dimensionar los cambios
que se vivieron en las últimas dos décadas del siglo pasado. Me siento aliviada porque yo creo que solamente se ocupaba de lo
inmediato, es que así es ella. Los
cambios mundiales, la caída de la Muralla de Berlín, el final de la llamada
Guerra Fría, los adelantos tecnológicos y del orden mundial eran algo que ella
no comprendía, ¡pobrecita, miau!
También leí que los
miembros de la generación X son personas a las que les cuesta trabajo vivir; yo
no lo creo, porque ella se da y me da la gran vida, verán; comemos tres veces
al día, dormimos en una cama, reflexionamos acerca de todo lo que nos rodea
aunque, claro, yo debo orientar su pensamiento.
También mi hermano es de esa generación y yo lo veo activo, trabajador,
estudioso e inteligente, además de
experto conocedor de varios géneros musicales. Es un verdadero maestro.
Valentina y yo
pertenecemos, entonces, a la Generación Y, cuya característica principal consiste en ser desafiantes y opositores , que somos los nacidos después de 1985 y hasta el año 2000. Dicen de nosotras que somos irresponsables e irrespetuosas. ¡GRRRR! ¡NO ES CIERTO! Yo, que soy una joven felina nacida a finales
del siglo pasado, me considero una erudita, un tesoro de virtudes y practico
los valores, además de que cumplo con todas las reglas de cortesía con las personas con las que entro en contacto.
He reflexionado
acerca de lo que investigué y debo afirmar que estoy totalmente en contra y doy
los siguientes argumentos:
1. A partir de los años 60 el crecimiento
poblacional se desencadenó, lo que propició un aumento de necesidades básicas.
2. El
consumismo no es más que la creación artificial de necesidades, tal como lo son
mis botanitas a las que adoro, por cierto.
3. La
tecnología permite acercarnos con el resto del mundo y, como dice Giovanni
Sartori, los que la utilizan para
aprender y cultivarse son los sapiens.
4. Los
cambios económicos que vivimos se deben a que no hay fuerzas ideológicas diferentes y los que sí tienen
otra forma de pensar, carecen de una fuerza poderosa que les de apoyo.
5. Las
personas, al ser muchas, necesitan trabajar y no hay empleos suficientes para
dar cobertura a toda la población; es por eso que hay muchos jóvenes
desempleados.
6. De
la actuación de los gobiernos, prefiero no hablar, temo a la represión.
En fin, creo que esto de las clasificaciones
generacionales es una verdadera aberración, las personas son como son a consecuencia del entorno cultural que les
tocó vivir y ya. ¡GRRRR! ¡MIAUUUUU!
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