¡MIAUUU! ¡QUÉ TIPOS!... ¡Y QUÉ VOCES!

   Yo considero que tengo una voz melodiosa, dulce, tierna, ensoñadora.  Cuando maúllo, sobre todo  de madrugada para pedir a mi mami que me abra la llave del agua, puedo escuchar mi vocecita en medio del silencio y me asombro de mí misma.  Mi voz es tan bella…

   Bueno, debo reconocer que nunca he cantado pero estoy segura que si algún día me animara a hacerlo, tendría muchos, muchísimos seguidores más.

    Ayer mi mami estuvo platicando con mi hermano,  vieron videos musicales y yo me sorprendí por las voces impactantes de Kurt Cobain y de Lee Marvin, además de la del vocalista del grupo London after midnight. 

   Hoy viernes, con más tiempo  para investigar pues mi mami se dejó caer sobre la cama para dormir profundamente,  yo aproveché para indagar acerca de los cantantes de voces graves, potentes, impresionantes aunque, claro, mi ídolo es Elvis.

   El resultado de mi investigación me dejó un vacío profundo; es triste saber que personas tan valiosas para el arte musical fallezcan por los excesos, a excepción de Lee Marvin y de Sean Brenan quien, además, es defensor de los derechos de los animales.

   Bueno, yo debo  confesar que me gustan muchos, muchos cantantes o vocalistas, que soy versátil y que esto se lo debo a la influencia de mi familia, que en gustos musicales es variada.    

  

 A mis mamis les encanta el tango, las canciones lastimeras que narran tragedias en las que hasta los perros abandonan a su dueño, en las que añoran los tiempos pasados  pletóricos de juventud y vitalidad en voces monumentales como la de Edmundo Rivero, Susana Rinaldi, Carlos Gardel y otros.    

   Por cierto, hablando de tragedias, ayer llegó mi mami a contarnos que el supervisor les había sugerido echar un vistazo a la Ley general del servicio profesional docente, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de septiembre de este año.  “¡Qué curioso”, pensé, “El mismo día en que fue el atentado contra  Allende y el mismo de los avionazos contra las Torres Gemelas…mmhh, esto no huele bien”

   En fin, ayer mi mami estuvo escuchando la publicación y yo, curiosa como soy,  me acerqué a ella y la acompañé.  Bueno, lo único que puedo decir de esta ley es que es un cúmulo de advertencias  para que los profesores “pongan sus barbas a remojar”.

   Yo creo sinceramente que no puede menos que hacer una catarsis que le permita desahogar la pena que la embarga y para ello, qué mejor que un tango.  ¡MIAUUU!