Como cada año, en
México se celebra una rara combinación de tradiciones; por un lado, la propia,
que es la veneración y culto a los que ya no están en este mundo y se cree que
sus almas vienen a visitar a todos los que
de alguna manera, tuvieron contacto con ellos cuando estaban “vivitos y
coleando”, como sería el caso de mis antiguas amigas Greta y Perlita, ambas
ladradoras y alegres.
En muchos hogares
se prepara comida muy sabrosa y se pone especial interés en la que era la predilecta
de los fallecidos; así, tenemos que se hacen ofrendas de alimentos y bebidas
para los ya extintos a quienes se les “deleita” o mejor dicho, se les honra con
tamales, mole, taquitos, sopes, pambazos, enchiladas y otros alimentos, además
de riquísimas aguas frescas, cervezas, pulque, etc. Un platillo típico de esta época es la Calabaza en tacha, que es un postre delicioso,
a mí me encanta dar lengüetazos a la melcocha de piloncillo en la que se cuece
la calabaza con todo y sus
pepitas. A mi
mami le gusta comerla así, con la miel pero a mí, con leche. ¡No hay nada mejor que un buen plato de
calabaza en tacha con leche bien fría!
¡Mmmmh, hasta me relamo los bigotes!
Además, se hacen
calaveritas de azúcar, esas no me gustan tanto, pero están muy simpáticas, en
la frente les ponen un papelito con el nombre
de la persona a quien se supone que representa. Acerca de esas calaveras, estoy inconforme y me siento ignorada, pues
no he visto nunca una calaverita de gato.
Bueno, pero
regresando al tema de la celebración del Día
de Muertos en mi país, dije que es una mezcla, un híbrido y ahora diré por
qué. A la costumbre anterior, y que
hace unas tres décadas se agrega el sentido de fiesta, pues los niños y algunos
adultos, se disfrazan de personajes
horripilantes, unos de leyendas tradicionales y otros, de películas de
terror. Salen a las calles y van
pidiendo dulces.
Mi mami me ha
comentado en repetidas ocasiones, siempre en estas fechas, acerca de la
transformación del sentido del Día de Muertos –es que ya se le olvidan las
cosas o cree que carezco de memoria--.
Siempre me dice que cuando ella fue niña –de eso ya tiene muchos
lustros--, iba con una caja de zapatos decorada a
pedir dinero para comprar su
calaverita. Cuando me lo platica, yo la
miro con ternura y cierta compasión pues me parece que esos dulces no serían costosos. Entonces ella agrega que lo hacían como
diversión, tal como ahora los niños
reciben dulces. Ella me dice que
en ese tiempo no se utilizaban los disfraces y yo pienso que eso es mejor,
porque ¡Qué espantosa se hubiera visto! ¡MIAUUU!
Sin embargo, se ha
estado lavando el cabello con un shampoo que tiñe el pelo de azul. Creo que era para tener el disfraz de bruja
pero afortunadamente, no ha tenido cambios en su cabellera. Por eso aún no me ha asustado. Ella se siente decepcionada, pero yo estoy
feliz.
Hoy es 1º. De
noviembre, Día de todos los Santos,
esto quiere decir que es el día en que se honra a todos los niños que han
muerto. Hoy recuerdo con amor a Greta y
a Perlita, a quienes dejaré un par de huesos para que sus almitas vengan y
absorban el sabor de su tuétano.
Mañana se honrará a
los muertos adultos y va mi recuerdo amoroso para mi abuelo. ¡MIAUUU!
Cada día me encanta más Agatha, su intelegencia combinada con su sinceridad y fina arrogancia son maravillosas. Besos bella Agatha y cuida de tus mamis que son cada una un ejemplo de vida, ciao pequeña espero leerte pronto
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