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sábado, 9 de noviembre de 2013

¡VAYA! LOS BEAT ERAN AVENTUREROS, ¡MIAAUUU!



   Mi abuelo fue un hombre letrado, era periodista y gustaba de la literatura.  Nos platicaba y relataba acerca de varios textos, era un erudito, así como yo. 
   Bueno, recuerdo que era muy pequeñita, tendría unos cuantos mesecitos de nacida, cuando platicó a mi hermano acerca de los beatniks.  En ese tiempo yo era una cachorra, así que no presté interés y me distraje con facilidad.  Pero en mis investigaciones acerca de la clasificación generacional, recordé a mi abuelo, sus charlas y vi los libros que tengo en mi estudio.  También revisé el internet  y encontré información que, estoy segura, mi abuelo habría podido darme con sólo haber maullado.
   La generación beat se caracterizó por un estado de rebeldía, por un cuestionamiento a las estructuras establecidas a partir del término de la 2º. Guerra Mundial.  Se cree que había cierta incertidumbre por lo que duraría el mundo, y se manifestó por un derroche de holgazanería, una falta de proyecto de vida, la carencia de expectativas y se ensalzó la vida en los excesos, alcohol, droga, sexo.  Los hombres vestían pantalón de mezclilla y chamarra de cuero mientras que las chicas se vestían con mallas cortas que llegaban  abajo de la rodilla, también con chamarra y el cabello alborotado, se subían a unas zapatillas altas o bien, andaban descalzas. 
   Esto es algo curioso, pues quienes  representan a esta generación en lo que a la literatura se refiere, fueron personas con gran poder económico y cultural.  Me refiero a Jack Kerouac, William Burroughs y Charles  Bukowuski. 
   Yo, gatita linda y educada, sentí desconfianza cuando indagué acerca de los hábitos de los beatniks, que es el mote  peyorativo con el que se denominó a esta generación.  Gracias a mi valentía, me atreví a investigar y comencé a leer uno de los libros de Jack Kerouac (1922-1969) titulado En el camino y en el que relata las experiencias de él como trotamundos.  
   
Aquí, que es mi diario íntimo, confieso que me produjo un sentimiento de anhelo,  Debe ser grandioso vivir en la aventura, estar todo el tiempo en la  incertidumbre y a la expectativa.  Lo único que no me agrada es el consumo de sustancias ni la promiscuidad.   Creo que la vida de Jack Kerouac debió ser difícil, pues nunca se sintió a gusto consigo mismo.  Por eso, yo me conformo con la aventura diaria  que consiste en salir por la ciudad, observar a la gente, a los animales que van en los parques o que están en las casas, los niños y jóvenes cuando hay luz; desconocer el contenido de mis latitas es otro evento que me causa intriga, pero tengo la certeza de que  mi mami me alimentará, que tengo un cojín o una cama para dormir… Y a propósito de dormir, estoy cansadita, ¡MIAAUU!

    

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