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jueves, 26 de enero de 2017

¡BASTA DEL MALTRATO A LOS DÉBILES, ME REFIERO A LAS MASCOTAS Y LAS MUJERES!!! ¡GRRRR!




   Malo, pensaba que mis preocupaciones y enojos estaban pasando, que habían culminado cuando vino mi papi y me felicitó por lo bien que escribo: “Qué bárbara, Ágata.  No cabe duda que escribes muy bien, haces tantas maravillas que, si no fuera porque tengo principios, ya te habría llevado a exhibir como un gato fuera de serie y seguramente tendríamos mucho dinero y fama”,me dijo.   Cada palabra expresada por el gatote era un dulce para mis delicados y sensibles oídos, lo escuché y miré con reconocimiento, pero la verdad, soy tan digna que no mostré el menor gesto de vanidad  guardé la compostura y solamente me erguí y lo miré con mis enigmáticos ojos verdes.
   Esa sensación de bienestar, felicidad, plenitud y satisfacción originada por el alimento emocional y el conreto, me refiero al que entra por mi pequeña y linda boquita, lograron que los estorbosos y entrometidos cachorros, además de Ariel, me fueran más tolerables.  Había dejado de correrlos, de mirarlos con desdén y ya hasta permitía que durmieran junto a mí, cuando mi papá dijo: “Mira, Ágata, este enlace es para ti, para que expreses lo que piensas respecto a la noticia que te envío”.  Yo supuse que sería algo relacionado con el alza de precios, que no se había visto desde hace más de una década, o de mi acertada propuesta para el presidente Peña para solucionar los problemas económicos de México. 
   La noticia fue acerca de una golpiza.  La expresión me cambió cuando leí el contenido.  Sentí que la sangre me hervía, que los ojos me iban a estallar y que me transformaba en un ser distinto y feo.  Después, al terminar la lectura, reflexioné acerca del contenido, que a continuación narraré.
    El gato de una joven activista a favor de los derechos de los animales se extravió.  Ella salió a buscarlo junto con su perro, preguntó a un vecino si el gato estaba en su casa y éste le contestó que no, pero su perro entró al domicilio del sujeto, quien pateó al can.  Ella indicó al tipejo que era malo y, en respuesta, recibió una golpiza.  ¿Quiénes la golpearon?  Pues el ente con su engendro, es decir, el sujeto y su hija…
   La verdad, estoy triste.  No me gusta que la gente se porte así, porque creo que todos los seres vivos somos susceptibles de derechos, tenemos derecho a respirar, a beber, a comer, a sentir, a ser felices, a estar tranquilos, a tener seguridad, a que nos cuiden, a cuidar, a estar protegidos, a dormir, a estar calientitos, a recibir educación, a tener buen trato, en una palabra, a vivir.
   Con gran decepción del comportamiento de algunos humanos, me siento aliviada de saber que al menos, los que son buenos son más. Espero que a esos viejos jijos y a las autoridades jijas se los lleve el diablo!!!  ¡¡GRRRR!!

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