Páginas

miércoles, 9 de septiembre de 2020

MISIÓN CUMPLIDAAAAA!!!!!...¡MIAUUUU!

 

REFLEXIONES SOBRE MI VIDA… ¡MIAUUUUU!

   Mi anterior publicación la dediqué a hablar sobre las herencias… Reflexiono sobre ellas y hago el recuento de mi vida.

   Yo nací de una gatita callejera, adoptada por una familia que amaba a los gatos.  Cuando era muy pequeña, mi hermano Emilio me llevó a una casa, la de mi tío, en la que viví durante un tiempo y luego, en su compañía, fuimos a los Estados Unidos.  Yo quiero mucho a mi tío porque me dio la oportunidad de conocer más allá de las fronteras, de aprender inglés y de vivir otro estilo de vida.

   Los fines de semana, mi papá me llevaba a la casa de mi abuela, que después se convertiría en mi mamá elegante.  Ahí era una verdadera aventura semanal, había un canario y una perrita, Charly y Greta, ambos adorables y cariñosos, creo que ellos me enseñaron a ser compartida, generosa, ágil y optimista.  Descripción: C:\Users\uuu\Documents\P1010024.JPG

   Así, mis primeros meses fueron llenos de felicidad y gozo, ¡yo tenía un palacio para mí solita!  Mi tío, que entonces consideraba yo como papá, me cumplía todos  mis caprichos y yo corría por los pasillos de ese enorme recinto.  Una vez a la semana iba mi tía abuela, Imelda, a admirarme y darme sus respetos.  Así inicié una vida de majestad.

 Descripción: C:\Users\uuu\Pictures\ÁGATA\CON CHARLY.jpg Cuando tenía cerca de dos años, mi papá decidió llevarme a los Estados Unidos, arregló mis papeles, fuimos al doctor para que me pusiera vacunas que me preservaran de enfermedades propias de aquel país.  Llegó el día ansiado y arribamos en otro lugar.

      Después, en enero de 2007 regresé a mi país.  Estuve varios años, desde  enero del 2007, como reina en la mansión en la que habité hasta marzo del 2020.  Ahí viví muchas experiencias gratas,                   Descripción: F:\IMÁGENES\MASCOTAS\AGATA\20180921_185100.jpgaventuras muy excitantes y emociones extremas.

   Respecto a mi regreso a mi terruño, fue una experiencia difícil al inicio, pues aunque yo conocía a los integrantes de la familia, a Greta, a Charly, a las que se convertirían en mis nuevas mamás y a mi hermano, no estaba acostumbrada a pasar con ellos  más allá de un fin de semana.  Al principio me  mostré seria, distante, no confiaba en que ellos pudieran darme el cuidado, amor, sapiencia y cultura a la que yo estaba habituada y, menos aún, no sabía si serían capaces de convertirse en mis súbditos.

   Al cabo de unas semanas logré adaptarme gracias a mi fuerte personalidad.  Poco a poco fui aprendiendo lo bueno que cada uno de ellos tenía, obtuve su atención, cariño, cuidados y, sobre todo, alimentos sabrosos, como las paletitas de cajeta que mi cincuentona mami me compraba.  Nos hablábamos en secreto, porque ella no quería darle botanitas a los demás y me decía con voz baja: “Si quieres tus botanas, dímelo en secreto, querida Ágata”; entonces yo entornaba mis verdes y brillantes ojos y le susurraba un “miau” casi inaudible…

   Trepaba a todos lados, los libreros de mi biblioteca fueron testigos de mis lecturas y reflexiones, de mis enfados y mis alegrías, de mis siestas y mi  dominio.

   A lo largo de mis dulces casi 19 años he tenido muchas satisfacciones, tales como viajar, conocer y explorar diferentes contextos, escuchar y aprender de los míos, tener dos mamás que son diferentes pero complementarias en mi educación y caprichos, ambas me daban lo que yo exigía.

   Luego, con mí querido hermano Emilio, viví aventuras extraordinarias y no olvidaré que fue él quien me rescató cuando regresé a la casa muy lastimada de mi bello y frágil cuerpecito.  Mis mamás me llevaban a que me hicieran las curaciones dos amables médicos que, con cuidado y dulzura, limpiaban mis heridas.  Así pasaron alrededor de 60 días y nunca platiqué a nadie sobre el infeliz animal que me lastimó.  Eso me lo llevo yo porque constituyó un evento frustrante y doloroso.

   En 2008 mi hermano casó y mi primer sobrino nació en abril del siguiente año.  Fue asombroso observar y acompañar el crecimiento de ese cachorro humano.  Año  y medio después, en octubre de 2010, llegó otro que, por cierto, se parece a mí en el color de los ojos, aunque son  menos intensos.  Con ambos disfruté la vida porque mis mamis, Emilio y mi cuñada les enseñaron a darme lo que yo merecía: TODO.

   En junio de 2019 y un mes y medio después, las misiones de mi mamá elegante y mi hermano culminaron.  La tristeza inundó mi mansión.  Yo estaba desconcertada, no comprendía la razón por la que se habían ido y fue por la valiosa intervención de mi familia, amigos, mi papá y una tanatológa, que mi mami gordis me explicó y reconfortó.  Había que aprender a vivir de otra manera, sin las personas que amamos enfrente, pero con ellas dentro del corazón.

   En marzo de 2020 nos mudamos.  Llegué con una nueva familia, mi cincuentona, mi cuñada y mis sobrinos adorados.  Bueno, además de  mi séquito.  Ariel, Boti, Kahil, Tommy y Fanny, cada uno de ellos con  un cargo para garantizar mi bienestar.

 

   Me he dedicado a repartir amor, sabiduría, belleza, gracia y he sido ejemplo de elegancia,  compasión y comprensión hacia los demás.  He cumplido mi misión, mi propósito en la vida fue el de dar amor a los demás, aprender a comportarme como una dama, ser una gatita culta y, al igual que mi hermano y padres grandes, a  dejar huella para ser recordada con valentía y amor.

Mi herencia es para quienes me conocieron y amaron, el recuerdo de las aventuras, las  charlas, las críticas, la sabiduría que me caracterizan, además del infinito amor que tengo hacia los míos.

   A Fanny, mi guardaespaldas, le heredo este blog.  Ella es joven e impetuosa, espero que pueda continuarlo dignamente, aunque la verdad, lo dudo porque es extremadamente ingenua y un poco torpe.  Sin embargo, ha sido completamente leal a mí desde que llegó a la casa.

     Hace una semana  comenzó todo.  Mi organismo apresuró su deterioro.  Mi cuñada y mi mamá, que me adoran, me llevaron de inmediato a la clínica.  Ahí la doctora me trató con cariño y dio medicamento.  Hice esfuerzos y me restablecí. 

  

   Hoy, después de varios años de vida, mi cuerpo dejó de funcionar.  Sé que mi mamá, mi cuñada y mis sobrinos  me extrañarán porque no tendrán mi hermosa figura a su lado, pero también sé que a partir de ahora, mis nuevos compañeros serán los que se fueron ya.  Eso me resulta emocionante porque a  mi hermano y a mi mami elegante los podré ver de cerca, escucharé sus charlas verdaderamente importantes y podré estar, además, con mi abuelo, el señor de voz grave a quien tanto quiero.  Creo que la emoción me inunda y ahoga…

   Veo llorar a mi mami, me dice palabras que cada vez son más lejanas, como si me estuviera alejando, un calorcito se apropió de mi negro y sedoso cuerpo, siento cómo se van aflojando mis peludas patitas, mi hermoso cuerpo y mi sabia cabeza…

   Llevo encomiendas, mi mami me ha pedido que busque a mi familia, que ronronee a Emilio, mi mamá  y mi abuelo, que además busque a mis tíos Zoila, Arturo y Leonardo, además de que le brinde cariñitos a mi bisabuelita.  Como soy sabia y mi memoria funciona a la perfección, además de ser inteligente e intrépida, estoy segura que en un lapso de instantes lograré cumplir los encargos… ADIÓS, MIAU… 

  

  

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario