Hace ya muchos meses que no escribo aquí. Me había propuesto cumplir mi promesa, la misma que hice a la reina Ágata antes de que nos despidiéramos, pero todo fue por causa de la pandemia y de mi mamá.
Debo aclarar, antes de culparla, que la quiero muchísimo, pero me parece que se olvidó de la promesa para explotarme. Verán, al inicio del ciclo escolar, ella propuso en su trabajo que haría un blog y en realidad, esa fue su única tarea porque, desde la primera entrada, me encargó la redacción y sólo pude evadirme de la responsabilidad en algunas ocasiones, cuando alguno de los “gatis” se ofrecía a echarme una mano, ¡perdón! Una garra.
Bueno, estos meses que estuve ausente de este blog me sirvieron de mucho porque aprendí sobre varias cosas, pude ver videos, escuchar canciones, aprender adivinanzas, chistes, guisos, comprender sobre las causas y efectos del comportamiento social y emocional, además de practicar la resolución de problemas; etc. Creo que fue una excelente experiencia. Si desean conocer mi blog, les comparto la dirección:
https://tcaminito.blogspot.com/
Desde mi canino punto de vista, esta temporada ha sido muy difícil para todos, incluso para los qu habitamos en esta casa a pesar de que no salimos mucho. Por ejemplo, mi mami no salía de paseo desde antes de adoptarme, creo que hace ya casi dos años que no va ni al cine. Ahora no sale ni a la esquina. Yo sí lo hago, diario llevo a mi tío Marlon a pasear por los alrededores para que se distraiga un poco y, cuando distingo que está agotado, regresamos a la casa.
Nosotros, al interior de la familia, hemos aprendido mucho, sobre todo, a aceptar con optimismo lo que hemos vivido antes y durante la pandemia.
Yo llegué a una familia fracturada, unos días después del deceso de mi abuelita. Tenían un dolor muy grande y después, con el fallecimiento de mi hermano, mi mami quedó destrozada. Tuve que organizar a mis colegas felinos para que, entre todos, diéramos consuelo y distracción a la familia, que incluye también a mis sobrinos y mi cuñada. Fue una labor agotadora…
En fin, el 9 de septiembre del 2020 hubo otra tragedia, fue la partida de mi jefa, la querida Reina Ágata. Este hecho fue tremendo para todos nosotros, pues sentimos que eran demasiados decesos en muy poco tiempo. Luego,unos meses después, vino lo que para nosotros ha sido una verdadera fiesta: el aislamiento.
Ustedes se preguntarán la razón por la que yo considero que es una fiesta y a continuación expresaré sus bondades: mi mami está todo el día aquí, así que la tengo todo el tiempo conmigo, me consiente más, yo le ayudo a escribir en el blog, soy la que trabaja y eso me hace sentir útil sin contar con lo principal, hemos aprendido a vivir con mayor tranquilidad. Ahora podemos platicar sobre mi hermano y mis abuelos, sus bromas, sus bailes, sus creaciones, sus actitudes, sus sentimientos, sus expresiones y otras cosas sin llorar. Hemos aprendido a vivir sin ellos pero con ellos, es decir, vivimos con ellos a la distancia.
Diariamente hablamos con mis tíos que viven lejos, algunos en la ciudad, otros en provincia y en el extranjero. Eso nos gusta mucho y alegra nuestro corazón. Además, me gusta que mi mami ya comienza a escuchar música de nuevo. A mí me gusta bailar, pero aún no se animaa escuchar música bailable. Bueno, debo esperar a que se sienta más animada. Por el momento, creo que este periodo de pandemia ha sido benéfico para mí. Sin embargo, sé que es una situación que genera incertidumbre respecto al futuro.
Pienso sobre el futuro y sé que es incierto, una puede hacer proyectos, pero algo inesperado puede suceder y cambiar los resultados. Por eso es muy importante para nosotros, como familia, vivir cada día al máximo, correr cuanto pueda, dormir con tranquilidad, beber agua hasta saciar mi sed, sonreír, aprender y disfrutar todo lo que esté a mi alcance.
Por eso, hoy que está comenzando un nuevo día, voy a vivirlo sin preocupaciones pero sí con cuidado… ¡GUAUU!
Por último, les comparto una fotografía que nos sacó mi hermano y voy a explicar cómofue. Emilio estaba recostado en su cama, leía a mi mamá que se había acodado sobre el colchón para escucharle; yo subi a la cama y me abalancé sobre ella para darle unos besitos.
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