jueves, 26 de enero de 2023
MI REINO, ELECCIÓN DE CARGOS Y MI INEXPERIENCIA… ¡UFF! ¡QUÉ CALORÓN EN ESTE INVIERNO!... ¡MIAU!
Hoy decidí el cargo de otro miembro de mi séquito. Eso de la definición de criterios para ubicar adecuadamente a cada uno de los habitantes de esta, mi mansión, es una tarea súper difícil. Fanny y Sir Gerald fueron imprescindibles en la elaboración de las características indispensables.
Por la mañana convoqué a una junta urgente; Fanny vive aquí, así es que solamente tuve que lanzar un maullido para que viniese de inmediato y con quien tuve que esperar un poco fue con Sir Gerald. Tuvimos una conversación profunda sobre las cualidades de cada uno de los mininos, la reflexión versó sobre la cabellera, el porte, la forma de saltar, la limpieza, la ferocidad, la flexibilidad, la capacidad de ingestión de croquetas, el timbre del maullido, el que maúlla más, el que duerme más, el que pasa más tiempo dormido, quién es aquel que no se mueve aunque tiemble, quién es el que reacciona de inmediato cuando hay algún ruido exterior, quién da los manazos con mayor facilidad, etc.
Cuando terminamos la reunión, Fanny y Sir Gerald se retiraron para que yo, a partir de los criterios antes mencionados, contara con el tiempo y la serenidad necesarios para la selección de cargos.
Aclaro que esta no fue una tarea fácil, pues en mi residencia somos pocos habitantes y cada uno de ellos deberá cumplir con varias obligaciones. Así, he asignado a Kahil como mi guardaespaldas, vigilante de mi Palacio, bufón y mesero.
A continuación, argumentaré las razones de esta designación: será mi guardaespaldas porque es valiente y aguerrido, no teme las confrontaciones ni los enfrentamientos. Vigilante de mi palacio porque es ágil y sube con facilidad por las paredes de la residencia, camina sobre las bardas y entra y sale por las ventanas a través de un árbol, por el que asciende cual escalera. Bufón porque es simpático, usa un antifaz y gesticula bastante. Mesero porque es sociablecon las personas, así que cuando tengamos visitas de súbditos, admiradores o gente de la nobleza que acuda al palacio con cualquier motivo, él hará acto de presencia para agradecer la ocasión.
Y yo, el magnífico Rey Tommy I, estoy exhausto de tanto pensar, así es que dormiré un rato, ya se está pasando la hora de mi siesta rejuvenecedora… ¡MIAU!

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