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domingo, 29 de enero de 2023

TOMMY Y SU PANDILLA... ¡MIAU!


¡DOMINGO ESPECTACULAR!... ¡MIAU!

   Estoy verdaderamente agotado, esto de las ceremonias es algo nuevo para mí siendo yo quien preside el evento. 

   Durante la semana anterior, todos los habitantes de mi palacio tuvieron mucho trabajo: limpieza y encerado de pisos, abrillantamiento de estatuillas, escudos de armas y otros adornos, además de remozar muebles y reacojinar sillones.   La gordis puso especial atención en el aroma del ambiente, colocó hierbas aromáticas en charolas de plata y velas en los candelabros.

   Marlon, quien tiene como función principal la de Cheff, organizó el menú para este día que consistió en unas deliciosas galletitas en forma de ratón (para los gatitos) y otras en forma de flores cuyos centros estaban salpicados con mermelada, chocolatitos o cajeta (para los humanos); además, unos exquisitos bocadillos de jamón, queso, chicharron y pollo para todos, incluyendo a la glotona Fanny.

   Desperté temprano, lamí mi blanco cuerpecito y una vez que me sentí bien limpio, me dirigí hacia donde estaba mi gordis, maullé levemente y ella me preguntó si ya estaba listo.  Después de asentir, ella se dirigió a la vitrina donde sstán resguardadas mi corona y mi capa; estos aditamentos los utilizo solamente en ocasiones especiales.  Erguí mi cabeza, la puse muy firme y ella colocó con sumo cuidado la corona, luego cubrió mi lomo con la capa y dijo: “Ya está listo, Su Majestad”.

   Sonó el timbre de la elegante residencia, los invitados ingresaron al Palacio con parsimonia, mostraban gran respeto al acto que se llevaría a cabo en unos minutos más.

   La colocación de los asientos es importante, así que se formó un semicírculo y yo, sentado en el trono, al frente de ellos.

   Mi discurso fue breve, ratifiqué los títulos de algunos y otorgué otros, además de recordar a cada uno los  deberes que han de cumplir para el buen funcionamiento del reino.

   La Princesa de Prados, María y los  Archiduques de  Aragón, Santiago y Darío, cuyas características principales son el respeto, la modulación de la voz, el deseo del bienestar de todos los que habitamos en el reino y su buena disposición para la asistencia y participación, se encargarán de admirarme, proporcionar buenos ratos de apapacho y palabras cariñosas, además de brindar juegos divertidos para mí.

    El Marqués Marlon, cuyas características principales son la alegría, el dinamismo y la anticipación, se encargará de cuidar que mis aposentos sean confortables y que mi alimentación sea adecuadamente saludable, además de establecer contacto con mi veterinaria para el seguimiento a mi estado de salud.

A Fanny, que es imprescindible para mí debido a su templanza, valor y sabiduría, la nombré Archiduquesa de San Juan de Aragón.

  A Sir Gerald, que es fuerte, valiente y decidido,  además de mi Consejero, otorgué el título de Duque.

   Por último, a la gordis, que es quien se encarga de cuidarme, hablarme sobre muchas cosas, darme apapachos y servir mi alimento, cepillar mi hermosa cabellera, hacerme gesticulaciones y servirme de colchón, la nombré Duquesa Gordis de Aragón.  

   Una vez concluida la ceremonia, un sonido suave de música Disco comenzó a inundar la residencia, las galletitas, botanas y bocadillos desaparecían de las charolas, el agua era bebida por todos y, cuando me sentí  fatigado, lancé un maullido fuerte para coptar la atención de todos. 

   Alexa se silenció, los invitados, agradecidos y dichosos por el reconocimiento Real, miraron hacia mi fastuosa figura.  Dije unas palabras más de despedida en las que agradecí su presencia y me dispuse a salir del enorme salón en medio de la ovación unánime.

   Ya en mi lujosa habitación, sacudí la cabeza y el cuerpo, corona y capa cayeron y, una vez liberado de aquellos objetos, me recosté plácidamente sobre mi enorme y mullida cama. 

   Los invitados, satisfechos,  fueron abandonando el Palacio y ahora estoy tranquilo y feliz por haber cumplido con mi primer acto real… ¡MIAU!  

 

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