Las ausencias presentes, así es como mi gordis me ha dicho que debo conceptualizar a mis antecesores que ya no están aquí con nosotros, que ya no ríen, juegan, hablan, reflexionan, comentan, regañan, se enojan, se alegran ni nos muestran su amor de manera directa y material; ellos están con nosotros en nuestros recuerdos, en espíritu y todo lo malo de cuando estuvieron aquí se fue junto con ellos dejándonos solamente los grandes momentos de convivencia y amor…
El viernes a mediodía llegaron la princesa y los archiduques, vinieron por nosotros para visitar la casa de nuestro querido y añorado Emilio. Vamos a ese pacífico lugar ,con los instrumentos necesarios para dejar reluciente su espacio, cambiar sus flores y estar un rato cerca de su cuerpo, porque su espíritu está en todos lados, alrededor nuestro, lo mismo que el de Teresa y Carlos.
La princesa y los archiduques, esposa e hijos de Emilio abrillantan su gaveta y cambian las flores que eligen los chicos para adornar el área.
Ir al panteón es un acto conmovedor, cada vez que vamos, todos estamos sensibles y nostálgicos, el silencio priva en el ambiente rumbo a ese sitio y al llegar, sentarnos, permanecer, hablar sin emitir sonidos y en ocasiones, en voz alta. Yo siento que así se renueva nuestro ánimo.y replanteamos objetivos porque los que no están con nosotros y los que sí, son fuente de inspiración y motivo de vida. Todas estas acciones son hechos repletos de un amor incalculable, que debido a su grandeza, extensión y temporalidad semejantes all universo, inacabable. . .
Hemos vivido experiencias en las que Emilio nos da señales, por ejemplo, escuchamos alguna canción que a él le gustaba, revolotean mariposas y nos acompañan hasta su gaveta, palomas caminan cerca o los chicos ven pasar un colibrí.
Antier ocurrió algo inesperado, la gordis vio una sombra semejante a un retrato de Emilio que está en la mansión. Yo estaba junto a ella y por más que intentaba percibir aquello que ella veía, me era imposible a pesar de seguir las orientaciones que ella me marcaba. Yo la ví muy tranquila, platicaba con esa sombra y le pedía que todos estuvieran bien, los que están con él y los que aquí permanecemos todavía.
La gordis comunicó a la princesa que veía la sombra de Emilio, la señaló y la describió, pero la princesa no pudo captarla.
Yo quiero pensar que si Emilio se presentó es porque está bien en compañía de mis abuelos, de Ágata, de Greta, de Valen y Perlita. Que todos ellos nos cuidan y quieren que vivamos tranquilos y gustosos por tener la posiblidad de transitar aún un poco más en este plano y que, además, nos avisa que las cosas mejorarán.
Estoy seguro que así lo percibió mi gordis, porque en cuanto llegamos a la residencia, los chicos bebieron sus tés y la gordis sacó un par de minicervezas, le ofreció una a la princesa y, cuando ambas tenían las bebidas en las manos, dijo: “Salud por el futuro”.
Luego, por la noche, habló de nuevo con Emilio, le dio las gracias por su vida, por su compañía y le pidió que desde donde está cuide de sus hijos.
Después me miró, sonrió y dijo: “Tommy querido, uno viene a este mundo para algo y cuando ha cumplido su misión, llega la hora de partir. Así pasó con Emilio, él debía irse en el momento en que se fue, no sabremos qué habría ocurrido si hubiera vivido más tiempo aquí con nosotros. Él vive en otro lado, está con los que se nos adelantaron y con ellos goza del amor eterno que nos llega hasta aquí donde estamos todos nosotros”
Hoy, que es domingo, me siento capaz de expresar a mi Emilio que es mi mayor anhelo tener la certeza de su bien, que estoy seguro que todo lo que haga como espíritu será generoso, amoroso, divertido, creativo y fascinante,, tal y como era en este plano, siempre pensando en procurar el bien para los demás. Te extrañamos querido Emilio… ¡MIAU!
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