Páginas

viernes, 3 de marzo de 2023

“EL FLOJO Y EL MEZQUINO ANDAN DOS VECES EL CAMINO”…¡MIAU!

 

   Yo que soy tierno, lindo, cariñoso, consentido y muy, muy querido por los habitantes de mi palacio, de mi reino y sus alrededores, confieso que soy un flojonazo.  Resulta que dos días me estuve haciendo pato y no terminé las anécdotas de la charla con Nany y del encargo a Botitas para acompañar a la gordis a Paseo de la Reforma. 

   Sé que no tengo pretextos porque aunque he tenido una semana llena de actividades, puedo darme un tiempito para redactar  hasta poner punto final a mis anécdotas, pero no lo hice.  Había dejado un texto a medias y así, lo perdí. 

   Con gran preocupación me acerqué a mi gordis, para solicitarle que me ayudara a encontrar tan valioso pergamino, pero por más que mi gordis pasó sus manos por todas las superficies de mi residencia, Fanny olisqueó en los rincones, buscó en los cajones, mis hermanos saltaron hasta lo más alto de los libreros, el refrigerador, las mesas y las bardas, no localizaron mi manuscrito.

   Mientras ellos estaban ocupados en esa labor, yo me sentí desfallecer por el extravío.  Sin dejar de recriminarme por mi descuido, traté de reandar el camino, recorrí los lugares por los que anduve, me metí en el mundo de papeles de la gordis, pasé hoja por hoja, pero nada.

   Sentí una tristeza profunda que acompañaba mi debilitado cuerpecito, las patitas me temblaban, mi cabeza comenzó a girar o, al menos, eso sentí y creí que desmayaría cuando se acercó mi gordis y me dijo: “No te preocupes, mi adorado rey, no pasa nada; seguramente tu pergamino está por ahí, revuelto con otros papeles.  Mira, lo mismo nos pasó en PENSIONISSTE y lo que no se había tramitado en un mes, se consiguió en un minuto después de haber entregado otra vez el bonche de copias”.

   De súbito, el malestar se esfumó.  Me erguí y, como un león, rugí muy fuerte y maullé: “Pero en mi reino sí hay orden y respeto”.

   Me retiré a mi amplia y lujosa habitación, me recosté sobre mi mullido colchón y reflexioné un buen rato,  creo que quien deberá encargarse de cuidar el acceso al palacio es el conde Marlon, no sea que vaya a venir Yazmín y plagie mi texto… ¡MIAU!

   


No hay comentarios:

Publicar un comentario