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lunes, 10 de abril de 2023

A 90 AÑOS DE SU NACIMIENTO…¡FELIZ CUMPLEAÑOS, QUERIDO CARLOS!...¡MIAU!

 



 

Hoy empieza la segunda semana de las vacaciones de Semana Santa del 2023 y también es el cumpleaños número 90 de mi abuelo Carlos Cuevas Paralizábal. 

   Como cada día, abrí mis hermosos y expresivos ojos tomassinos al escuchar el canto de las aves que habitan en mi enorme bosque.  Me desperecé mediante un bostezo grande y sonoro, estiré mis patitas y separé mis almohadillas para experimentar la sensación del movimiento individual de cada una de ellas, saqué mis garritas y me percaté de su filo al masajear mi colchón.  De un salto llegué hasta el piso de mi habitación, quedé frente al espejo y recordé que hoy es lunes 10 de abril.  Me alisté, me coloqué mi bata de seda y descendí por las escaleras de la mansión. 

   Fanny, mi secretaria, me esperaba con ansiedad, tenía una sonrisa enorme y su alegría me contagió. “Hoy tendremos celebración, ¡Guau!  Es cumpleaños de nuestro abuelo”. 

   Yo quedé atónito, pues no tuve la oportunidad de conocerlo gatonalmente, pero he oído mencionarlo y sé que se trató de un hombre inteligente, trabajador, responsable y muy creativo

   Me dirigí hacia la cocina para preguntar a mi gordis qué es lo que piensa hacer hoy.  Tuve que esperar unos minutos porque ella tenía la boca ocupada, masticaba con fruisión un delicioso bocado de pan con cajeta. 

   Una vez que mi gordis regresó a su estado natural, pregunté sobre la vida de mi abuelo.  Ella suspiró y me dijo que si lo hubiera conocido también me hubiera sentido orgulloso porque “mi papá fue una gran persona, era serio y callado, pero tenía un gran corazón”.  Luego me habló sobre su trabajo como periodista, como padre, como profesional de la escritura y mencionó los títulos de los libros que escribió, tales como ¡Maldito delator!, Los Acarreados, El  cocinero presidencial, Sonríe señor presidente, La primera dama, Los hijos del presidente, Reflexiones sobre la reforma política y La colina del perro; también dijo que trabajó en periódicos y revistas y que de repente, sin dar explicación, dejaron de publicar sus textos con la finalidad de no dar indemnización después de años de colaborar para las publicaciones periódicas.  también me dijo que cuando ella había sido pequeña, a su papá lo confundían con el escritor jalisciense Juan José Arreola.

   Me dijo que cuando ella era joven no podía valorar la calidad de su familia y lo atribuyó a la inexperiencia de la juventud pero que ahora, a tantos años de la partida de su padre, se da cuenta de la gran importancia que reviste la crianza y la moral, comprendida como costumbre, de los padres, que admira y ama profundamente los recuerdos de las acciones vividas y las atesora en lo más profundo de su alma.

   Abuelo Carlos, no pude compartir contigo experiencias pero sé que a través del trato con la gordis, te conozco porque ella tiene mucho de ti y de los demás que ya no están aquí con nosotros.  Sé que hubiera sido un placer enorme conversar contigo, escucharte y asombrarme de todo lo que sabías y lo que te esforzabas por compartir con tus hijos, como lo que me dijo la gordis respecto a la memorización de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la que sólo abordaron los primeros 10 artículos y ella no recuerda la razón por la que abandonaron esa meta.  Quiero agradecerte por lo que hiciste por tu valía, por tu existencia en este mundo y por haber sido el padre de la gordis..

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