Sé que es de madrugada y que debería estar ya en mi camota, pero los gatitos somos animales nocturnos aunque también flojonazos y dormimos muchas, muchas horas.
Esperé hasta el inicio del nuevo día para enviar al más allá una felicitación muy cariñosa, llena de amor y nostalgia a mi queridísima bisabuela, la elegante y educada, la que moderaba los arranques de mi gordis y corregía si decía palabrotas.
Mañana haremos un festejo en su honor, comeremos muy sabroso porque se cocinará lo que a ella le gustaba mucho: arroz y tacos de pollo.
Mi gordis y yo saldremos un rato a mediodía pero regresaremos para la fiesta gastronómica y ella, mi gordis, comerá lo suyo más lo de su añorada mamá. Antes de irnos a dormir, me ha dicho lo siguiente: “Tommy, mi rey, estoy confiada de que Emilio y mi papá le darán un gran abrazo a mi mamá y que ella recibirá nuestro amor como cada día, los besos y abrazos que le dábamos cuando estaba aquí con nosotros y los que le enviamos a través de nuestros pensamientos”.
Querida bisabuela María Teresa, te recuerdo hoy como siempre pero ahora que es se cumplen 87 años de tu nacimiento en este mundo, te recuerdo con un amor inmenso y con un profundo agradecimiento por tu vida en nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario