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Es la primera vez que mi hermano, el rey Tommy I, me permite utilizar su blog. Esto es maravilloso porque siempre he vivido con la tentación de teclear y así, espero, se limen mis garritas que ya se atoran en la mayor parte de las superficies y eso incomoda a la gordita Tere.
A mí me encanta vivir bien, disfrutar de la vida y el palacio en el que vivimos todos. Sir Gerald dice de nosotros que somos perezosos porque siempre que está aquí nos apartamos y descansamos. Sin embargo, desconoce todas nuestras actividades y responsabilidades.
Yo soy el príncipe Kahil y el cargo real que detento no es cosa menor, tengo que estar al pendiente de que nada fuera de lugar ocurra dentro del palacio y sus alrededores, soy quien mantiene a la gordita ocupada en quitarme el pelo que me sobra, la mantengo entretenida en cepillar mi pelaje y además, en cuidar queno discuta o me enfrente con los demás habitantes de este palacio.
Tere se siente orgullosa de mí, me presume con sus amistades y afirma que soy el más sociable de sus mininos; me agrada que me acaricien y valoren mi gatonalidad fiestera, jocosa, segura y muy, muy amigable.
Mi hermano Tommy me dio permiso de escribir hoy con una condición: que diera un mensaje a mi tío Alfredo I y a su esposa, Leticia I, ambos reyes de Ruidoso porque, afirmó, “yo he sido muy tímido durante toda mi vida y no tengo aún el valor para escribirle”. Yo sentí que mi cuerpo, fortachón de por sí, se hacía más ancho de gozo.
Así pues, expreso lo siguiente a nombre de todos los habitantes de esta mansión, incluída la gordita:
Querido Alfredo, espero que hayas tenido un buen viaje y ahora estén a punto de disfrutar del reencuentro con amistades, de largas charlas amenas y de la felicidad que reviste regresar a los viejos rumbos, por los que vivieron Leticia y tú durante tantos años. ¡Nosotros los esperamos pronto!...¡MIAU!
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