Otrora, mi gordis era admiradora de Batman, decía que lo mejor del superhéroe consistía en que carece de poderes extraordinarios y se trata de un hombre muy hábil que utiliza los adelantos tecnológicos para realizar verdaderas proezas y combatir a la corrupción, deshonestidad y delincuencia en Ciudad Gótica.
“Tal vez se debe a que ya está viejita y suponer que existen personajes de ese estilo le resulta difícil o imposible de creer,”, comenté con mis hermanos, los príncipes Kahil y Botitas.; esto fue el inicio de una acalorada discusión entre nosotros, porque Kahil admira a Batman, Botitas a Superman y yo, al Hombre Araña. El intercambio de opiniones entre mis hermanos y yo se prolongó hasta la mañana de hoy; inició ayer, después de que vimos la película “Batman begins”, en la que comienza la carrera del superhéroe para intentar salvar su ciudad.
Como la plática terminó hoy por la mañana, dormí hace un ratito. Al despertar, me estiré reflexioné y concluí que, afortunadamente, aquí en mi palacio no requiero de ayudas heróicas.
Luego, pensé en el imperio aledaño. “Ahí vaya que hay problemas como en ciudad Gótica, voy a organizar a mis hermanos para que conformemos una Liga de la Justicia,, miau”.
Botitas será Supermann, aprovecharemos su fortaleza y tamaño, sólo le falta desarrollar superpoderes; Kahil tiene el antifaz y las orejas puntiagudas como Batman, sólo hay que confeccionarle su capa, pintarle de negro el antifaz y proporcionale la tecnología necesaria y yo, el Gato-Araña, me diseñaré un traje acorde al personaje, al fin que tengo unas garritas enormes y con ellas no lanzaré cuerdas sino rasguños…¡MIAU!
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