CARENCIA DE EMPATÍA EN ELIMPERIO… ¡MIAU!

Como había comentado antes, mi gordis tiene la vista gorda, es dcir, su agudeza visual es reducida en extremo y su campo visual se reduce a la visión central; cuando por algún motivo platica con alguien que desconoce su condición, lo ejemplifica de la siguiente manera: “Imagina que ves a través de la rendija de una chapa y que sólo puedes contar dedos a una distancia menor de los 50cm”.  Yo no sé si quien la escuche, me refiero a su interlocutor, logra  imaginarlo porque, seguramente, nunca se les ha ocurrido intentar espiar  o divisar lo que hay del otro lado de una puerta cerrada.,  

 

   A veces logro comprender las razones de mi gordis.  Más de la mitad de su vida la ha transitado con una discapacidad adquirida. 

   Mi gordis procura ser agradable, ,, cortés, bien educada y sobre todo, optimista a pesar de la serie de pérdidas que ha experimentado en sí misma y en relación a los seres más queridos. 

   “Sabes, Tommy? Esto de vivir con una discapacidad es un reto y, al mismo tiempo, un suplicio”, me ha confiado por la mañana.  “Cómo explicarte, cariño? La mayoría de los seres que poseen tods las capacidades sensoriales tienen las puertas abiertas en los diferents ámbitos de la vida y, a diferencia de lo que debía ser, para nosotros están semicerradas o es imposible el acceso a experiencias, aprecios, valoraciones, empleos, etc.  Recuerdo cuando me llamaron del sindicato para informarme sobre una vacante temporal; un maestro de niveles especiales, me dijo, al verme, que tal vez no era un trabajo adecuado para mí.  Yo respingué de inmediato y afirmé que sí podría desempeñarlo” agrega con una profunda amargura y decepción hacia la masa de pre-homínidos. 

   Tere, junto con Fanny y Marlon se encargan de la ejecución de trámites legales, porque eso me quita tiempo y me pone muy tenso, lo que puede resecar mi sedoso y níveo pelaje.

   Como lo anoté en lo escrito antes, mi gordis sufre de insomnio ocasional.  Eso es bastante incómodo para ella y los demás habitantes del palacio que tenemos que escuchar sus pasos nocturnos. 

   Hoy por la mañana, recibió un mensaje en el que se le informó que un abogado requiere, para realizar una transacción legal, su diagnóstico médico que aclare su condición visual. 

   Bueno, fue tal el impacto por loabsurdo de la solicitud, que hasta los pajarillos que trinaban en mi amplísimo jardín dejaron de cantar.  Mi gordis logró controlar su transformación, el color verde apenas iniciaba a teñir su piel cuando, con gran indignación, respiró profundo, aguantó la irritación producida por aquel mensaje y dijo algo así como que no entendía la razón por la que se pide un documento médico si de lo que se trata en las notarías, me refiero a su función, son el trámite y resolución de cuestiones legales.

   Yo creo que se necesita tener un gran estomago y por eso entiendo que coma tanto, para aguantar situaciones como esas, en las que la condición de discapacidad se vuelve un juicio de valor, de valía y de validación del sujeto que, desafortunadamente, tiene que transitar por este planeta de pre-homínidos y uno que otro sappiens… ¡MIAU!.