De tanto sufrir los audios que escucha mi gordis, he aprendido un poco sobre algunos escritores. En el cuento titulado Berenice, de Edgar Allan Poe, el personaje principal del cual no se clarifica cuál sea su nombre, se describe a sí mismo como una persona melancólica, abandonado a la meditación y, como característica prioritaria que lo define, la obsesión.
Hoy mi gordis encontró un audio titulado Moscas y arañas, del escritor argentino Adolfo Bioy Casares. Ese título me llamó la atención porque, además de rey, soy el Gato-Araña, así que aproveché que Tere estaba en la cocina y yo, con una elegancia que no sabía que poseo, subí al techo de mi horno, me acomodé de manera que me sintiera cómodo y me apresté a escuchar con toda mi atención.
Además de mi elegancia, descubrí que una de mis características es la obsesión, como la del personaje de Allan Poe; verán, tras haber escuchado que el cuento se refiere a la convivencia entre una pareja de esposos, quedé anclado en una frase que dice: “No permitas que ningún individuo te ponga el pie encima, este mundo se divide en moscas y arañas; procura ser araña, se comen a las moscas…”. De inmediato, cerré mis ojos, imaginé un ejército de arañas sobre su tela y un enjambre de moscas.
“Por qué Bioy Casares hace esa analogía?”, me pregunté con curiosidad inmensa, “Yo nunca he visto a una persona con alas ni con los enormes ojos de las moscas, a excepción de las que usan esos gigantes lentes para cubrirse del sol y esconden la mirada, ni a individuos con ocho patas”..
Apreté aún más mis párpados con la finalidad de concentrarme al máximo, “seguramente trata sobre la personalidad de los sujetos”, concluí, “hay muchos que son abusivos e implacables, que no son capaces de considerar al otro y que no se reconocen el los demás; ese no es mi caso”. Lancé un suspiro profundo, intenso y luego, pensando en las moscas, por las que no siento simpatía alguna por ruidosas y encimosas, concluí que son, hasta cierto punto, tontas pues sólo se interesan por comer.
Yo creo que poseo características de ambos, me explico. Yo soy bienintencionado, ingenuo, tierno y suelo practicar la consideración hacia las necesidades y preferencias de los demás, pero también exijo que se respeten mis derechos e, incluso, los de los demás…¡MIAU!
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