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martes, 25 de julio de 2023

MARTES ESPECTACULAR… ¡MIAU!




 

   Anoche, al despedirse, mi gordis me informó que saldríamos hoy y me sugirió dormir bien porque nos llevaríamos mucho tiempo en el arreglo, pues nos veríamos con Oli y su mami. 

   Yo me entusiasmé, recordé que es uno de los niños de la primaria en cuyas playeras estampé mi huellita.

   Me costó mucho conciliar el sueño, estuve planeando la forma en la que saldría de la bolsa de Tere, debía decidir si asomaría mi cabeza y guiñaría mis enormes y bellos ojos, si saltaría sobre la mesa para dar una sorpresa o si emergería cuidadosamente para que no se diera cuenta de mi presencia y, de repente, daría un brinco para colocarme sobre su hombro.

   Hoy despertamos temprano, las aves apenas empezaban a trinar sobre las ramas de mis árboles y las flores comenzaban a saludar el nuevo día.  Yo abrí mis ojazos y me avalancé sobre migordis, que aún dormía “a pierna suelta” para indicarle que debíamos comenzar con la preparación de nuestro encuentro.  “Ándale, mi gordis, ya levántate”, le dije con un  tono mezcla de orden y súplica.  Ella abrió sus ojos, me miró, sonrió y dijo: “Aún es muy temprano, pero está bien, es todo un suceso el que vamos a tener esta mañana, querido”. 

   Alisé mi pelaje a través del movimiento experto de mi lengüita, saqué mis garritas y peiné mi fleco, eso para que la ilusión óptica de la raya en medio se viera mejor.  Luego, revisé que mi gordis estuviera bien maquillada porque, de vez en cuando, se le pasa la mano o se quivoca y pone color en la nariz o en la frente.

   Bueno, fue tal el barullo que armé, que el entusiasmo se propagó y el resto de los habitantes de mi mansión quisieron acompañarnos, entonces mi gordis dijo: “Arielita, Fanny, Botitas y Kahil, si quieren acompañarnos, deben alistarse y ya tienen poco tiempo porque nos vamos a las 10:40”.  Las féminas y los varones de mi palacio se alisaron el pelaje con suma rapidez, los lengüetazos de Boti fueron espectaculares, pues logró bañarse en menos de un minuto y dejó su pelo reluciente, Kahil puso más atención en el lavado de su cara y mi reina madre, con habilidad maestra, logró la meta en 30 segundos. 

   Cuando el conde Marlon llegó por nosotros, estábamos todos listos.  Nos introdujimos en un bolsón y ahí, todos apretados, nos fuimos rumbo al lugar del encuentro.  En el camino, comenté a mis hermanos y a mi mami Ariel que el chico al que veríamos es un exalumno muy querido por Tere, que es responsable, estudioso y muy tierno.

   Al llegar al lugar, mi gordis y el conde se sentaron y colocaron el bolsón en un perchero, nosotros asomamos nuestras cabezas y Tere nos dijo que debíamos esperar un poco, que Oli y su mami venían en camino.  Indiqué a mi secre que se quedara a la entrada del restaurante y que cuando Oli y su mami se acercaran al lugar, ella los guiara hasta la mesa.

   Al llegar Oli y su mami, nosotros saltamos y dimos un gran espectáculo, todos maullamos una felicitación a Oli y a su mami, bailamos y, por último, dimos un triple salto mortal y al aterrizar sobre la mesa, hicimos un guiño simultáneo.  Oli se sintió fascinado, abrazó a Tere y nos hizo saber que le había encantado nuestra presencia.  Luego, como recompensa, mi gordis nospermitió probar de su plato el caldito del riquísimo pozole que comió y para Fanny pidió una quesadilla que, de puro gusto, devoró de un bocado.

   Yo me siento dichoso por haber vuelto a ver a mi querido Oliver… ¡MIAU!


 

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