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jueves, 24 de agosto de 2023

PITÁGORAS: MÍSTICO, MATEMÁTICO Y DEFENSNSOR DE LOS ANIMALES… ¡YUPIII! ¡MIAU!


   Uno de los discípulos de Tales de Mileto, el padre de la filosofía, fue Pitágoras.  Al escuchar eso, de inmediato pensé en el Teorema de Pitágoras y en la tabla de Pitágoras, muy recomendada por mi gordis para que sus alumnos accedieran a la resolución de problemas aritméticos de multiplicación y división.

   Fui a dormir con la inquietud por conocer quién fue Pitágoras y ayer por la tarde, cuando descansaba sobre mi horno, regresó mi curuiosidad .  De un salto, llegué al piso y fui con mi gordis que, para no variar, “movía el bigote”, degustaba unas ricas guayabas.  “Miau”, maullé al tiempo que la miraba con mis hermosos ojos e hice un gesto lo más tierno que pude; ella me preguntó si quería croquetitas y yo dije que no, que deseaba que hiciese una búsqueda en internet.

   Mi gordis, entonces, llamó a todos los habitantes de mi mansión para que, en conjunto, fuésemos a mi amplísima y elegante oficina.  Ariel, Kahil, Botitas, Fanny y yo nos acomodamos alrededor de la silla donde ella dejó caer sus enormes posaderas.

   El nombre es Pitágoras de Samos (Isla de Samos, actual Grecia 572 a.C. – 497 a.C. Metaponte, hoy Italia).    En su juventud viajó a Babilonia y a Egipto, lugares en los que aprendió y perfeccionó sus conocimientos artísticos, aritméticos, geométricos y astronómicos.

   Fue el fundador de un grupo filosófico – religioso  llamado Los Pitagóricos, en el que se mantenía en secreto lo tratado en su interior,  el silencio entre sus miembros hacia el exterior, hizo imposible conocer con detalle las ideas expresadas en el grupo. 

    Yo pensaba que un hombre tan racional e inteligente como lo fue Pitágoras, era una persona que estaba ubicada en el mundo real, es decir, en el concreto, no podría practicar ideas que pertenecen a la espiritualidad, a lo intangible.     Sin embargo, descubrí que el buen Pitágoras poseía una sensibilidad tan generosa, era un místico, creía en la reencarnación y en la existencia de las almas; creía que al morir una persona, su alma se transportaba para reencarnar en un animal que naciera en ese momento y que, al morir éste, volvía a reencarnar en una persona., El proceso cíclico de reencarnación, según Pitágoras,  llevaría un período de 3,000 años. “Mmmh, qué interesante”, pensé con admiración creciente, “¡Y yo seré reencarnación de algún individuo importante en la historia del mundo? ¡Me encantaría que sí!...¡MIAU!”.

   ¡Ah! Olvidaba anotar que Pitágoras fue vegetariano y defensor de los animales, se opuso a comerlos y a maltratarlos porque, afirmaba, poseían almas y en una ocasión que vio a un hombre golpear a un perro, le increpó diciendo que había reconocido en el ladrido y llanto del animal a un amigo fallecido.

Por último, expresaré mi agradecimiento estóico.  Agradezco por haber tenido la oportunidad de saber un poco sobre el gran Pitágoras, agradezco por tener a mis seres queridos cerca aunque no todos estamos juntos físicamente, agradezco por tener comunicación con ellos y agradezco por  continuar siendo yo como... ¡MIAUUU!


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