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Fanny, mi secre, es una perrita pinta, cariñosa, tiene cuatro años de edad y está muy gorda.
Con la obesidad que sufre, su andar se ha vuelto lento, intenta correr y parece que lo hace en “cámara lenta”. La doctora Joselyn dijo al conde y a mi gordis que debían cuidar la alimentación de Fanny, quien durante un tiempo, se aficionó a los huesos de res de las carnicerías, los comía y roía con un placer indescriptible, hasta a mí se me antojaban.
Cuando me enteré del riesgo que corren los perros cuando presentan obesidad, llamé a Fanny a mi real sala de juntas. La invité a sentarse y vi con cuánto trabajo dobló sus patas traseras para colocar sus asentaderas sobre el asiento del mullido sillón porque la voluminosa panza le estorbaba; así que la dejó caer y desparramarse a su lado izquierdo. La miré con ternura y dije “Fanny, eres muy joven y bonita, no debes descuidarte e intentar moderarte al comer te vendría de perlas, es necesario cuidar tu salud”. Ella bajó la mirada, vio su enorme vientre y ladró lastimeramente, “Pero a mí me gusta comer, adoro los huaraches con quesillo o con bistec, los sopes, los pambazos, las gorditas de chicharrón, los taquitos al pastor, de cecina o de suadero, los tamales, la tinga, la carne deshebrada, el pollo, el pan de dulce, las tortillas con quesito o con crema, el chicharrón, el chorizo, el huevo…”.
Mi secre continuó enumerando los guisados que le fascinan durante más de media hora, hasta que la interrumpí. “¡Fanny, por favor, silencio! Te diré lo que pasará si no dejas de comer tanto, tus patitas serán incapaces de cargar todo tu cuerpo y entonces, no podrás moverte. ¿Lo comprendes? No podrás caminar, ni salir al patio, ni dirigirte a la computadora para escribir mis cartas, no podrás jugar con Botitas, Kahil ni conmigo”.
Mi secre, llorosa al imaginar el terrible panorama futuro si no corrige sus hábitos; gimoteó y aceptó la consigna “Come con moderación”.
Todo lo narrado hasta ahora sucedió hace medio año. Hubo avances, mi secre bajó un kilo y la doctora nos felicitó pero dijo que aún debe reducir un buen número de kilos, que le diésemos croquetas en menor cantidad aunque les ponga ojos de gato. ¡Es que los ojitos de nosotros, los gatis, son adorables, miau!
Bueno, pues desde hace algunos días, mi secre ha adquirido una nueva afición: la cacería. Esa práctica Fanny no la había hecho antes y cuando el conde me informó, quedé estupefacto. “Llevaba una red, una escopeta o un arco con su flecha?”, pregunté con curiosidad y molestia, “En pared alguna de mi palacio he visto enmarcada ninguna cabeza de toro, tigre, caballo o cualquier otra especie animal disecada. ¡Me opongo rotundamente a la deleznable práctica de la caza de cualquier tipo de animales en mi reino, a excepción de las fastidiosas cucarachas y los misteriosos ratones!”.
Hace un rato Fanny desapareció de mi alcance visual y cuando pregunté por su paradero, el conde me informó que estaba en el jardín, “Está practicando la cacería de grillos, lombrices y gusanos”. Sigilosamente, me encaminé hacia la puerta de entrada de mi mansión y me asomé. Ahí estaba, con una chaqueta y gorra verde camuflageadas, la mirada atenta en la tierra y, al alcanzar una lombriz, lancé un aullido para que la dejase en paz. Ella volteó hacia mí y me miró con vergüenza.
“¡OQué haces, Fanny? ¿Acaso eres la fumigadora oficial de jardínes?”, pregunté con voz contundente. Ella sólo me lanzó un ladrido de impotencia: “Es que quiero comer carnita, ¡GUAU!”.
Mis agradecimintos estóicos.
Agradezco por mis fascinantes y queridos animalitos, por la compañía amorosa y tierna que me brindan día y noche y porque su existencia me permite depositar en ellos un amor diferente y protector: agradezco por mis seres queridos con quienes mantengo comunicación constante y cariñosa, agradezco por los cuidados y apoyos que nos brinda Marlon desde hace ocho años; agradezco por la iniciativa e interés ante las situaciones externas que se nos presentan y que no nos doblegan: agradezco por la acción que permite avanzar hacia nuestras metas; agradezco por la existencia del lenguaje y la comunicación y agradezco por este día.
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