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domingo, 17 de septiembre de 2023

¡MILLONES DE GRACIAS A MI MENTOR!... ¡MIAU!


   Sonó el despertador, hacía un poco de frío y mi gordis, cuya características principales son la flojera y la gula, se levantó de inmediato.  Yo seguí acostadito, no sabía la razón por la que ella se desperezó tan rápido.

   Me pareció que Tere había sufrido una metamorfosis, la otrora holgazana, estuvo muy diligente, hacendosa y no abrió el refrigerador. 

   Lleno de curiosidad, me levanté para seguir sus pasos; ella lavó los patios, revisó el curso que siguen las plantas que recién transplantó, sacudió muebles, barrió y trapeó con ímpetu los pisos de mi amplísima mansión para, finalmente, arreglarse.

   Yo la miraba con inquietud; “Algo le pasa a mi gordis”, pensé con preocupación,”Le habrá caído mal el aguacate que cenó anoche? ¿O el recalentado que comió ayer?”.  Como no lograba comprender lo que pasaba, le pregunté directamente: “Te sientes bien, gordis?” y ella sonrió.

   Con motivo de lo que relaté como un hecho relevante en mi desarrollo de habilidades para resolver problemas, tuve respuestas muy agradables y la mejor fue hoy, que vino sir Gerald y me enseñó cómo desinstalar programas, además de que adecuó la pantalla para que mi acceso fuese como Fanny y yo, amigable.

   Hoy fue un día extraordinario no sólo por el beneficio obtenido, sino por la visita de nuestro mentor. 

   Mientras gozábamos de la música de los Creedens, platicamos bastante y aprendí cosas, por ejemplo, yo nunca había escuchado sobre la “alfabetización emocional”, pero él y mi gordis comentaron sobre ella y sobre la semiotización de las experiencias subjetivas; yo quedé atónito, nunca había escuchado esos términos ni los nombres que fueron enlistando después.

   Me doy cuenta que soy un gatito poco informado, debo estudiar más y por eso, dejaré de lado mis nuevas aficiones, abandonaré mi vida contemplativa y profundizaré en el estudio del conocimiento.

    Por lo pronto, voy a dormir un poco porque las emociones positivas  tienen un efecto en mí, un agotamiento como si hubiese corrido varios kilómetros… ¡MIAU!

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco la visita de Gerardo, la adaptación que hizo más accesible el uso de la computadora y el trabajo que hicimos juntos en ella; agradezco la existencia de mis mascotas, agradezco la comida de hoy, agradezco la comunicación amorosa con mis hermanos, primas y amigas y agradezco por este día.


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