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martes, 5 de septiembre de 2023

VIRTUDES DEL ESTOICISMO… ¡MIAU!


  


No cabe duda que en mi familia, seres queridos y población en general, las virtudes revolotean cual mariposas entre las flores.  En realidad, hay mucha gente inestimable que, en ocasiones, no se ha dado cuenta de su valía.

   Los problemas a los que nos enfrenta la vida son demasiados y en algunas ocasiones, se pueden calificar como verdaderas tragedias, pero, imaginemos, la vida se asemeja a una obra de teatro en la que cada uno de nosotros representa un personaje asignado de antemano y del cual no nos podemos zafar.

   Como actores en la función teatral tenemos la obligación de hacer nuestro mayor esfuerzo para representarlo de la manera más impecable y exitosa posibles.

   Epicteto nos recomienda en su libro Inquiridión, que debemos afrontar los problemas evitando dejarnos llevar por el dolor, la preocupación, el miedo, la angustia o el terror.  Nos recomienda salirnos del problema, intentar observarlo con objetividad, calibrando hasta dónde podemos influir o las acciones que podemos llevar a cabo, si son prudentes o no, cuáles serían las consecuencias a corto y largo plazo para, después de analizar los posibles escenarios con las respuestas que pudiésemos dar ante él, tomar la decisión que nos convenga. 

    En mi palacio intentamos llevar a cabo las sugerencias de Epicteto.  Así es como hemos podido sobrellevar nuestra vida de la mejor manera, vivimos en armonía y cuando alguien se siente enojado, triste, ansioso o preocupado, busca actividades que puedan dar solución positiva para todos. 

   La vida nos asigna el papel que debemos actuar, pero no la manera en la que se ha de interpretar ni las características de nuestra intervención, tampoco lo que expresar en el escenario siempre cambiante; de ahí que debamos ser prudentes, valientes, sabios, justos y sobre todo, muy racionales; debemos intentar llevar nuestro papel hasta el momento en que se agote y llegue a su final.

 para lograrlo, tenemos que ser valientes y reflexivos, dejando atrás el egoísmo. 

   Yo, que intento hacer un buen papel como rey, tengo presente que gobierno y para una población valiente y trato de incrementar su objetividad, porque aún hay pleitos entre mis hermanos.  Cuando esto ocurre, lanzo un maullido para convocarlos a una reunión familiar, pregunto cuál fue el motivo del disgusto y después de escuchar con atención a las partes, conduzco a la reflexión para encontrar, entre todos, la mejor solución.

   Este procedimiento lo siguen personas muy queridas por mí, que al igual que yo, no se dejan caer por los embates que les dan sucesos y experiencias que no están bajo su control evitar.  En mi caso, cuando enfermé, me sentía morir, no podía levantarme ni oponerme a que mi gordis me cargase, pero resistí porque sabía que mi papel no podía terminar así.  Logré restablecerme y ahora, con mayor experiencia y comprensión hacia los demás, dirijo la vida de mi palacio de la mejor manera cada día, porque el conocimiento, el aprendizaje y mi sabiduría se acumulan con cada experiencia y cada reflexión racional.   

 

   Ahora, brevemente, escribiré las cuatro virtudes estóicas que seguimos en mi palacio.

 

1.         SABIDURÍA.  Es el significado de la filosofía, el amor por la sabiduría.  Consiste en el reconocimiento de lo que vale y no vale la pena hacer.  No malgastes el tiempo en pensar lo que debe ser un buen hombre, trata de serlo” (Marco Aurelio).

Es el poder de elección que todos tenemos a partir del reconocimiento de lo bueno y lo malo, de lo beneficioso y lo perjudicial en nuestra vida.

2.        VALENTÍA. La vida nos enfrenta a situaciones difíciles, trágicas, dolorosas y es nuestro deber afrontarlas con valor, resistir y existir a pesar de lo que suceda.

3.        SERENIDAD. Esto se logra como resultado de la sabiduría, nosotros debemos elegir resistir los embates de la vida de manera positiva, siempre con una perspectiva optimista y evitar dar rodeos para llegar a nuestra meta.

4.       JUSTICIA. Los humanos fueron creados para convivir y hacer el bien social.  De ahí que debemos tratar a los demás considerando sus condiciones, ocupaciones, preocupaciones y prioridades, buscar el bien común para que exista coherencia en los actos y evitar acciones que transgredan los derechos de los otros.

Mis agradecimientos estóicos.

Agradezco por mis seres queridos, porque son valientes y compasivos; agradezco por ser capaz de aprender algo cada día, agradezco por tener lo suficiente para vivir, porque me dio una familia y amigos excepcionales y agradezco por el papel que me tocó interpretar en esta vida y

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