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jueves, 2 de noviembre de 2023

PAROLE, PAROLA… ¡MIAU!

 

 


   Desde que comuniqué a mi gordis el apellido que adoptaré para asumir mi gatonalidad como escritor, ella me felicitó y  tarareó, desafinada en extremo, una canción italiana que, según me aclaró después, escuchaban en la casa de sus abuelos.

    Ahora haré mi primer intento de cuento.

 

                                          La visita.

Por Tommy Parole.

 

   Este día de muertos es especial, hay una atmósfera de añoranza entre los habitantes del lugar.  Todo está dispuesto para recibir a los espíritus de los que reposan en un lugar concreto pero sus almas disfrutan de la vida eterna. 

   Como cada año desde hace muchos, muchos años, la llegada de los que ya no disfrutan del contacto físico se hace patente, pero de manera diferente.  Sobre la mesa yacen los alimentos, el agua, las bebidas que en vida disfrutaron para cuando todos los que aún habitamos este mundo concreto, desciendan y se den un festín.

   La familia de esa casa, de la cual sólo queda una habitante, están a la expectativa, ansiando que la superviviente duerma para presentarse sin ser divisados por el ojo humano, vienen en esencia y, como esencia que son, podrán comer y beber, entrar y salir de las habitaciones, penetrar en los sueños y dar un abrazo y un beso a quienes los recuerdan con amor. 

       Dentro de un rato irá a dormir y las almas se acercan…

 

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco por la agradable visita de Jorge Luis, amigo de mi hijo (qpd), con quien logro mantener charlas interesantes; agradezco por la compañía de mis queridísimas mascotas, agradezco por la presencia a distancia de mis seres queridos, los que están aquí y los que habitan en el más allá; agradezco por la oportunidad de vivir y conocer más y agradezco por este día.

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