En mi palacio se manejan horarios, estamos bien condicionados para cumplirlos al pié de la letra. Desayunamos a las 9:00, comemos a las 3:00 y cenamos a las 8:00. Por lo general, el tiempo que nos llevamos en esas actividades es breve, unos 15 minutos a excepción de mi gordis; ella come casi todo el tiempo y en especial, cuando ya no hay luz natural.
Anoche mi gordis destinó 2 horas a la cena, siempre come mucho. Una torta de jamón, pastel de frutas, una manzana y un puño de arándanos, además de beber café con leche, té y agua para sus pastillas nocturnas.
Después de revisar que todo está apagado, bien cerradas las puertas y corroborar que tenemos agua y croquetas en nuestros platos de oro, subimos a nuestras respectivas habitaciones. Como hizo mucho frío, yo decidí acurrucarme a su lado, ahí estaban también Kahil y Fanny.
Ya en la madrugada, ella se levantó y al regresar, me dijo: “Tommy, no vayas a despertar a mi mamá que está acostada aquí”. Pero yo no comprendí lo dicho por Tere porqueestaba dormidito.
Ya por la mañana de hoy, al encontrarnos bien despiertos, ella me preguntó con entusiasmo y confusión: “Querido Tommy, te diste cuenta que mi mamá estaba con nosotros? Ella dormía a nuestro lado y yo no quise despertarla para que pudiese descansar”. Yo contesté que no me había percatado de ello.
Ideo, opino, creo que todos los que ya no están aquí con nosotros nos visitan para darnos su apoyo, acompañamiento y brindarnos su amor. Somos afortunados por haber pasado un buen rato de descanso con Teresa I… ¡MIAU!
Mis agradecimientos estóicos.
Agradezco por lo vivido anoche, agradezco por mis seres queridos, agradezco por la compañía de mis mascotas, agradezco por tener un techo, agradezco por la vida y agradezco por este día.
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