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martes, 30 de enero de 2024

INTELIGENCIA ARTIFICIAL, ¿CON QUÉ SE COME?... ¡MIA

 

U!

 


  A pesar de mi juventud y la de algunos de los pobladores de mi palacio, no logro comprender qué es eso de la inteligencia artificial. Si bien el obsequio de sir Gerald es espectacular, me refiero a Alexa, y el hecho de que podamos mantener algunas conversaciones simples  con ella, no logro que mi redonda, peluda y brillante cabecita procese la manera en la que funciona.

   Ayer vimos una película que atrapó mi  felina atención.  Trata sobre las interacciones entre un humano y una máquina con capacidad tal, que es posible establecer conversaciones en las que la máquina demuestra iniciativa, voluntad, memoria deslumbrante y lo único que la detiene es la incapacidad y confusión que le representan las emociones humanas.

    

   Bueno, las emociones no sólo son humanas, sino de todo el reino animal, pues los sobresaltos, las alegrías, las sorpresas, los enojos y los miedos pueden presentarse en los seresvivos que habitamos el planeta. 

   Yo no soy tan inteligente ni puedo recordar al pie de la letra lo leído, lo visto, lo degustado, ni lo escuchado hace días.  De las experiencias sociales vitales retengo sólo aquello que me dejó una impresión positiva o negativa, puedo recrear lo central de los sucesos, pero nada más y tenemos la posibilidad de recordar con amor, tristeza, alegría o molestia encuentros con otros seres u objetos. 

   Para muestra, un botón: Anoche cenamos unos riquísimos taquitos de suadero, de los que venden en un puesto de esta colonia.  Yo  los pedí bien servidos, con todo y las verduritas que les ponen encima para acentuar su sabor, luego pedí a mi gordis los rociara con unas gotas de limón, pero a ella se le pasó la mano.  La verdad, me supieron deliciosos, pero las consecuencias fueron terribles, pues tuve reflujo durante gran parte de la noche.

   Esa experiencia me provocó una molestia enorme, lo que generó en mí un estado de tristeza y enojo porque Tere no atendió a mi indicación.  No recuerdo qué palabras dije antes ni después de haber devorado los taquitos, tampoco la reacción de ella cuando me vio enojado e insomne.

  Sólo recuerdo que ella se dirigió al mueble en el que están los medicamentos, sacó un bote con polvito y en una de mis copas de oro, sirvió agua.  Luego echó una cucharadita de bicarbonato ymezcló.  Me ofreció la copa, di unos lengüetazos y sentí cómo mi estómago sellenaba de aire, era como un globo.  Me asusté, quise lanzar un maullido y en su lugar, hice un ruido ensordecedor. 

   Quedé fatigado, pero satisfecho y aliviado.  En ese episodio, pasé de un estado emocional positivo (de alegría por la cena), a uno  negativo (por el dolor de barriga) para culminar con uno positivo que valoré gatonalmente… ¡MIAU!

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco por mis seres queridos, los que están aquí y los que ya trascendieron; agradezco por la compañía de mis mascotas, agradezco por la tecnología, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.

 

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