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sábado, 27 de enero de 2024

VISITA SABATINA DE LOS ARCHIDUQUES… ¡MIAU

 


 


  Hoy nos despertamos temprano, como lo hacíamos hasta finales de noviembre del año pasado.  Me pareció algo sorprendente porque ya me estaba acostumbrando a dormir un poco más los fines de semana; es que por las mañanas el frío es inclemente y a mí, como a todos los mininos, nos gusta el calorcito.

   Bueno, hoy esperaríamos la visita de los archiduques, a quienes no veíamos desde los abrazos navideños.  Por cierto, esa madrugada nos desvelamos y dimos abrazos tan apretados, que me sentí como el hombre elástico, el de los 4Fantásticos.

   Anoche nos dijo mi gordis que hoy saldríamos a desayunar con  la princesa y los archiduques, algo que nos llenó de alegría no sólo por la posibilidad de degustar sabores diferentes a los acostumbrados en mi palacio sino, además, podría alimentarme de la ternura y amor con mis sobrinos.

    De ahí que ayer no cené, esperé a tener vacío mi estomago para llenarlo hoy de las delicias restauranteras o callejeras, me hice la ilusión de dar lengüetazos a una rica pancita, a un consomé de barbacoa o una deliciosa sopa de tortilla…

   Pues mal, la semana pasada vinieron unos señores que llenan los tanques de gas, pero mi gordis no tuvo oportunidad de adquirirlo y hoy, cuando llegaron mis adorables sobrinos, aún no pasaba el ansiado camión repartidor.  Mi gordis propuso que se compraran garnachas, esas que venden en la esquina y que, desgraciadamente, son demasiado pesadas para mi delicada y tierna barriga.  Quien se emocionó mucho al escuchar la propuesta de Tere fue Fanny, a ella le encantan los huaraches con bistec.

 

   “¡Qué mala pata! Digo, ¡Qué mala suerte!”, pensé con tristeza, “¡Ya no saldré a recorrer mis dominios y tampoco se estimularán mis papilas!”, concluí mientras me dirigía a mi horno. 

   Estaba recostado sobre mi rectangular superficie cuando escuché a la princesa llamar a mis sobrinos, harían una videollamada.  La curiosidad se apoderó de mi sedosa, blanca y peluda cabecita,  “Una videollamada? ¿Qué es eso?”. 

   Descendí sigilosamente de mi horno, caminé de puntitas para no hacer ruido alguno hasta donde se hallaban los archiduques, di un salto y me coloqué entre ellos, que, concentrados, no se percataron de mi presencia.  Me sentí feliz, pude conocer a mi tía Minerva.  Ella fue muy cariñosa con mis sobrinos, lo mismo que su bisabuela Mary y fue hasta que hice un leve gruñido, que se dieron cuenta que debían presentarme.

   El resultado fue, como es natural, de admiración y cortesía hacia mi majestuosa gatonalidad… ¡MIAU!

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco por mis seres queridos, los que están aquí y los que ya trascendieron; agradezco por la amorosa visita de Mary, Santi y Darío; agradezco por la compañía de mis mascotas, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.

1 comentario:

  1. Que bonito Tere querida!!! Me encantó!! Muchas gracias por compartir conmigo tan lindas líneas

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