Creo que exagero, el regreso es sólo a mi función secretarial porque en las de comedora, catadora, guardiana, ladradora, modelo, anfitriona y recepcionista he cumplido con entera convicción.
La semana pasada mi compu dejó de funcionar. No sé qué pasó, el rey estuvo escribiendo de manera exhaustiva, cada día me decía que él se encargaría del tecleo y el viernes, de repente, me dijo: “Fanny, hoy quiero dictarte; mi gordis me hizo el manicure y temo arruinar mis garritas. Por favor, enciende la computadora”.
Solícita, como es una de mis características perronales, avancé hasta el aparato y oprimí el botón de encendido para iniciar; luego, intenté abrir el Word y apareció un cuadro en el que decía que no se reconocía el programa y cuando quise abrir algún documento, tampoco lo logré. “¡Grr!”, gruñí con molestia, preocupación y desconcierto, “algo debió haber hecho mal el rey y ahora quiere que yo lo arregle”, concluí con enojo e impotencia. “Antes, sir Gerald era quien se encargaba de componer cualquier desperfecto en el palacio y ahora que ya no está en este mundo, no sé lo que debo hacer”.
Informé al rey Tommy que el programa no respondía, que ni siquiera estaban los documentos que he tecleado durante años y que, en el peor de los casos, no aprendí a reparar aparatos tecnológicos pues nunca pregunté a sir Gerald lo que hay que hacer cuando ocurre algo semejante.
Tommy convocó a una junta urgente, preguntó quiénes habían tocado la compu, qué es lo que habían hecho y cómo habían terminado las sesiones. Se fueron descartando posibles errores; luego, me indicó que debería intentar reinstalar el programa después de asegurarme que confía en mí, que fui muy unida a nuestro hábil sir Gerald.
Estuve un par de horas intentando echar a andar el procesador de textos, luego pedí al marqués que me auxiliara, pero nada, no lo conseguí, creo que mis dedos son muy cortos y la habilidad digital no se me da. Terminamos llevando la compu a un lugar que se dedica a su reparación.
Bueno, el caso es que por fin puedo echar la pata al teclado con un resultado positivo. Estoy feliz. Regreso a mi actividad como secretaria de la mansión real… ¡GUAU!
Mis agradecimientos estóicos.
Agradezco por la existencia de mis seres queridos, los que están aquí y los queya trascendieron; agradezco a los técnicos de Villa Cacamac por haber arreglado mi computadora de manera eficiente; agradezco por reiniciar con mi trabajo mental; agradezco por los intercambios de felicitaciones en este día del amor y la amistad; agradezco por la comida de hoy; agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.
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