Ayer mi gordis nos contó la vida de Ágata, la reina de Bosques y mi antecesora en el de San Juan de Aragón.
Todos estábamos sentados alrededor de la silla en la que mi gordis reposaba, pedimos a Tere que nos platicara sobre Ágata, mi antecesora. Conforme Tere iba relatando hechos, aventuras, situaciones y emociones, yo sentía que mi cuerpecito se hacía más pequeño y frágil. En verdad, fue una reina genial, tenía muchísimas cualidades y creo que para intentar equiparar su legado, tengo mucho trabajo por hacer.
En primer lugar, debo hacerme más fuerte, sabio y elegante gatonalmente, tengo que dedicarme a la lectura y aprendizaje de diferentes aspectos de la vida y, además, debo reflexionar sobre lo que vivo para enlazarlo con los conocimientos adquiridos. La verdad, me da temor, no sé si logre adquirir la sabiduría de mi antecesora.
Yo no abandonaré mi palacio; lo que la intrépida Ágata vivió en la calle no deseo experimentarlo. El temor a los riesgos, a las mordidas, a las agresiones y a la violencia es muy grande y considero que debo estar por encima de las diferencias y problemas con seres que ni siquiera figuran en mi campo de acción. Por eso sólo salgo cuando voy con mi gordis y el marqués; dentro de mi palacio son Botitas y Fanny los que se encargan de mi seguridad y los dos humanos son quienes se responsabilizan de mi bienestar y cuidado en el exterior, todo para preservar mi felina majestad.
Por otra parte, me siento halagado de haber sido coronado como rey, pues a lo largo de la vida, han existido varias especies animales en la casa real y sólo Ágata y yo ocupamos el trono.
Bueno, me propongo hacer de mi real trayectoria, un liderazgo semejante, pero no igual, cada uno de nosotros tiene una forma de liderear e influir en las acciones al interior del palacio, pero sí tomaré en cuenta lo hecho por Ágata y sólo falta que adquiera mayor seguridad en mí mismo para viajar hacia otro país.
Hace un par de semanas hice un viaje al Estado de México, fue el primer paso hacia mi internacionalización… ¡MIAU!
Mis agradecimientos estóicos.
Agradezco por la existencia compartida con mis seres queridos, con los que están aquí y con los que ya trascendieron; agradezco por la vida de mis queridísimas mascotas; agradezco por los recuerdos; agradezco por la comida de hoy, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.
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