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domingo, 3 de marzo de 2024

CARRERA BONNA FONT, GRAN DOMINGO PARA MIS ADMIRADORES… ¡MIAU!



  Ayer nos subimos desde muy temprano, queríamos tener la certeza de que estaríamos bien despiertos para el gran evento. 

   Domingo, día de holganza palaciega desde diciembre del año pasado, lo destinamos a la ejecución del trabajo físico arduo, como el que practicábamos con sir Gerald, nuestro amado mentor.

    Despertamos antes que los pajarillos, eso lo sé pues al abrir los ojos, estirarme y respirar profundo ante mi enorme ventanal, los nidos aún estaban ocupados.

   Nos alistamos, yo me puse un pantalón con resorte, de esos que se utilizan para mover el cuerpo sin restricciones ni riesgos para las costuras de la tela.  Fanny usaba sus lentes oscuros y un sombrero ancho, que cubría su enorme volumen corporal  para protegerse del sol y Tere,  fodonga como siempre, añadió a su atuendo unos tenis que la hacen flotar.  Mi reina madre y mis hermanos no se levantaron, estaban demasiado cansados, prefirieron quedarse a cargo del cuidado del palacio.

   En cuanto llegó Águeda por nosotros, salimos de inmediato y abordamos un vehículo.  Descendimos y ¡cuántas mujeres hay!  Además de lindas y amables, me adoraron.  Bueno, asomé mi cabecita para observar el panorama y una de ellas gritó con tal energía, que muchas de ellas detuvieron su andar, hicieron fila para verme de cerca, me solicitaron una fotografía y un besito, pero les dije que eso sería al final del recorrido.

   A mi lado, con su sombrerote puesto, iba mi pata derecha, Fanny.  Ella me abría paso entre las caminantes que aún no se habían percatado de mi noble presencia, pero que al reconocerme, dejaban libre el paso mientras aplaudían profusamente.  En fin, cruzamos la meta y la ganadora fue Fanny, que se dio vuelo trotando mientras sonreía y enseñaba su roja, húmeda y larga lengua, con inmenso entusiasmo.

   Unos metros después, di la orden a mi secre: “¡Detente!”, con la intención de cumplir a mis admiradoras.  Tardamos bastante rato,  recibí incontables muestras de admiración y respeto a mi felina majestad, además de cariños y besos, mi blanquísimo pelaje se humedeció pero yo estoy satisfecho y muy feliz.  Seguramente sir Gerald se siente orgulloso de mi transformación en un gatito caminante y también me ovacionó desde el cielo..  ¡MIAU!

   ¡Ah!  Olvidaba decir que mi gordis cruzó la meta cuando terminaron las fotografías con mis admiradoras, es que era de las más añosas de las andantes y su paso es lento; con la cara perlada por el sudor, sofocada y barrigona; su amiga Águeda, llena de vitalidad, tuvo que ir al ritmo de mi gordis.  ¡Eso no es justo!.  Por eso, desde mañana, iniciaré con una rutina de ejercicios sin tacos, gorditas, sopes, pambazos, huaraches, quesadillas ni birria para ella… ¡MIAU!

Mis agradecimientos estóicos.

Agradezco por la existencia de mis seres queridos, los que están aquí y los que ya trascendieron; agradezco por la motivación que experimento después del recorrido de hoy; agradezco por el trabajo físico iniciado hace cuatro años,  bajo la conducción paciente de Gerardo; agradezco por la deliciosa comida de hoy, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.

 

2 comentarios:

  1. Querida Tere un día planeado y muy esperado!! Llegó y lo más importante es que lo disfrutaste!! Eso me encanta!!

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  2. FUE UNA EXPERIENCIA GRATA, Y ESO QUE ESTOY LLENA DE VITALIDAD ES UN CUMPLIDO. GRACIAS POR ESTAR EN MI VIDA

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