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domingo, 31 de marzo de 2024

FANNY Y LA ENSALADA DE NOPALES… ¡MIAU


  
Fanny, hermosa y robusta, está a dieta desde hace muchos meses.  A pesar de haberle reducido la cantidad de croquetas, la extinción de carnazas y la sustitución de los refrigerios con zanahorias, primero y brócoli, después, no ha logrado disminuir más de 50gramos.

   Su veterinaria, la joven y simpática doctora Joselyn dijo al marqués que habría que cambiar el refrigerio y sustituirlo por chayotes o nopales.  ¡DECEPCIÓN!  Hace algunas semanas, mi gordis puso a cocer chayotes, los rebanó y ofreció a mi queridísima secre quien, tras echarles un vistazo y olfatearlos, los empujó con desdén utilizando su enorme hocico. 

   Ante el desprecio hacia los chayotes, Tere los preparó con limón y sal para deglutirlos.  Como Tere es muy “coda”, no quiso desperdiciar y pensó que si les ponía crema subiría de peso; es que en mi palacio todos estamos muy bien nutridos y se nos nota a kilómetros de distancia.

   Para este fin de semana santa, en el que la ingesta de carne está prohibida, por la “vista gorda” de mi gordis y para evitar algún accidente con la estufa, propuse a Tere que no la utilizara más que para preparar el café de grano y así lo ha hecho.

   Bueno, estuvimos comentando sobre lo que se comería en mi palacio durante los días en que nuestro Chef, el marqués Marlon no estuviera aquí y decidimos, en familia, que lo mejor sería que ella tuviera tlacoyos y nopales.

   El jueves por la mañana Tere cortó los nopales, los introdujo en agua con unos dientes de ajo y un poco de sal, luego encendió la estufa y a esperar.  Una vez que los nopales estuvieron cocidos, ella los enjuagó y colocó en un recipiente al que añadió cebolla finamente picada, unos pedacitos de jitomate, queso rayado y un poco de orégano.  ¡En verdad olía delicioso!

   Cuando sentimos que era la hora de comer, en el momento en que nuestras delicadas tripitas incrementaron sus movimientos, avisamos a mi gordis que ya teníamos hambre y ella nos sirvió el puño de croquetas para cada uno y añadió una cucharada de la ensalada.  Lo mismo hizo con el platón de Fanny, a quien sirvió una medida de croquetas y otra de ensalada.

   Tere comió parada en la cocina para evitar que mi súper-secre le pidiese más alimento.

   Lo mismo se repitió el viernes y mi gordis se sintió más confiada pues Fanny no se había puesto enfrente ni le había mirado con esos ojos mágicos con los que transtorna e hipnotiza a quien los ve.

   Ayer sábado mi gordis estaba totalmente relajada, se sentía segura de que Fanny no constituía un riesgo a la hora de comer.  Colocó el comal sobre la hornilla, la encendió y puso sobre él un total de tres tlacoyos.  “Mmmh, y eso que está a dieta!”, pensé con horror, “¡Como diría mi abuelo Carlos, Tere come como pelona de hospicio”. 

   Ya bien calientitos, los sirvió en un plato y se dirigió a la mesa, en la que ya estaban tres recipientes, uno con la ensalada de nopales, otro con ensalada de berros y el tercero, con una salsa picante.

   Al sentarse, preparó el primer tlacoyo, puso sobre él un poco de las dos ensaladas y salsita, lo comió con deleite y se dio cuenta que mi secre estaba sentada a su lado sin solicitar algo.  Con más seguridad, preparó el segundo y dejó la tapa de la ensalada de nopales sobre el recipiente, entonces la intrépida Fanny se avalanzó de forma discreta, se paró sobre sus patas traseras y las delanteras sobre la mesa, con el hocico retiró la tapa y comenzó a comer con voracidad.

   Tere, a medio masticar, se atragantó, tosió para poder pasar el bocado, dio unos buenos tragos de agua y luego gritó: “¡Auxilio! Fanny se come los nopalessss!”.

    Todos acudimos alarmados ante la emergencia, como pudimos, nos colocamos sobre la cacerola y logramos tapar el contenido con nuestros cuerpos para detener a mi secre que, jadeante, intentaba recobrar el aliento pues se había concentrado tanto en aspirar, que no había jalado aire a sus pulmones.  Mi mami Ariel, que sabe de primeros auxilios, dio respiración boca a boca mientras mis hermanos saltaban sobre su enorme estómago.  Al fin, mi secre pudo respirar y quedó tendida sobre el mármol de mi extensísimo comedor.

   Mi gordis nos dijo que debíamos estar al pendiente de la reacción de Fanny, que nunca antes había comido nopales en esa cantidad.  Yo establecí los horarios para la vigilancia, la tarde estaría a cargo de Botitas, a partir de las 9:00 y hasta las 4:00am, mi hermano Kahil y yo, el resto de la noche. 

   Hoy domingo mi Fanny ha estado normal, esto quiere decir que es cariñosa, besucona, alegre y antojadiza… ¡MIAU!

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco por la compañía que me brindan mis seres queridos, los que están aquí y los ausentes; agradezco por las visitas, ayer y hoy, de mi prima Marce y mi sobrina Karlita; agradezco por la dulce compañía de mis amadísimas mascotas; agradezco por la oportunidad de haber transitado este dia y agradezco por continuar aquí.  ,

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