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martes, 24 de junio de 2014

ESCUELAS INCLUSIVAS, EDUCACIÓN ESPECIAL Y LOS FORMATOS… ¡MIAAAUUUUUU!

Hace algunos días he visto a mi mami irascible, está siempre al borde de la histeria y es que no es para menos. Yo he procurado no involucrarme en sus rollos, pero es imposible para mí cerrar mis oídos a sus palabras, cuando platica con mi otra mamá, la mayor. Bueno, en primer lugar, eso de escuelas inclusivas me llamó la atención, yo nunca antes había escuchado ese adjetivo: “¡Qué extraño, querrán decir incluyentes”, pensé. Como soy curiosa por naturaleza, busqué el significado de ambos términos y encontré lo siguiente: Inclusivo.- Es un adjetivo y significa que incluye o tiene la capacidad o virtud de incluir algo. Incluyente. Aplicable a lo que incluye o comprende otra cosa. “Mmh, entonces son sinónimos”, pensé, es lo mismo decir escuelas incluyentes o escuelas inclusivas… Bueno, está bien, aprendí una nueva palabra. Ahora sé que las escuelas inclusivas o incluyentes son las que no hacen distinción entre sus alumnos, que brindan los conocimientos, actividades, experiencias y oportunidades de hacer amigos a todos sus alumnos… “¡Bien! ¡Miau!”, pensé. Entonces, por qué veo a mi mami tan abrumada? Ella trabaja en una escuela inclusiva y eso es exclusivo, porque también busqué el significado de la palabra y consiste en ser únicos, bueno, esa es una de sus tantas acepciones. Quedé hecha un lío, todo mi cuerpo se estremeció por el desconocimiento del origen de la molestia de mi mami. Respiré profunda y lentamente, así como se hacen los ejercicios de relajación, y cuando me reanimé, volví a mi investigación: Las escuelas inclusivas o incluyentes son las que incluyen a todos los niños, eso está bien; mi mami trabaja en educación especial y, por lo tanto, forman parte de la inclusión en las escuelas, entonces, cuál es el problema?”. Ella recibió hace tiempo un libro titulado Orientaciones para la intervención de USAER en las escuelas regulares, en él se describen las estrategias que deberán seguir los maestros de apoyo, además de contener unos formatos anexos con la finalidad de tener congruencia y presentar el trabajo de forma similar. Yo vi a mi mami cómo hizo esos formatos, la observé con qué habilidad (claro, no es tanta como la mía) se puso a sombrear filas y a poner color a las líneas de las tablas, también la vi compasivamente escribir con torpeza sobre el teclado e, incluso, corregí algunos errores ortográficos. “Si ya tiene todo listo, cuál es el problema?”, volví a preguntarme. El problema es que la coordinación a la que pertenece quiere ser exclusiva, comprendiendo este término como el que excluye, el que discrimina a los demás y hace algo diferente o, mejor dicho, hace que los demás hagan algo diferente. ¡Qué contradicción! ¡MIAAAUUUU! ¡Con razón mi mami está desquiciada, yo ya no entiendo nada y eso que soy genial! ¡MIIIIIAAAAAAUUUUUUUU!

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