Muy pocas veces se pierde el control al interior de mi palacio, pues tengo reglas de comportamiento muy bien definidas:: está prohibido decir palabrotas, mirar con ira, gruñir o maullar amenazante, aventar o tirar cosas, romper tazas, dar sartenazos, golpear la pared, etc. En cambio, debemos procurar hablarnos con educación, es decir, con propiedad y si no hay nada bueno psobre lo cual hablar, quedar callados.
Yo no sé qué es lo que le pasó hoy a Tere, estuvo muy sensible y eso que dormimos bien, sólo Kahil dio lata pero logró acomodarse encima de las piernas de mi Tere y ella, resignada, le permitió ronronear sobre sus enormes extremidades.
Malo, prque no puedo decir bueno, nos levantamos tarde, desayunamos como siempre y luego, sin antecedente alguno, ella comenzó a gritar, lanzó una palabrota al viento y se dirigió a la compu. “Creo, ideo que Tere está irascible, voy a seguirla a distancia, no me vaya a dar un buen zape”, pensé con temor.
Permaneció gran rato moviendo los dedos sobre el teclado, no sé qué tanto escribía, pero cuando apagó la computadora, su ánimo estaba renovado, sonreía y luego, me levantó y dio un beso. No quise preguntarle acerca de su estado anterior por no revivir las emociones dañinas, pero me sentí alegre de haber recobrado a mi gordis… ¡MIAU!
Mis agradecimientos estóicos.
Agradezco por mis seres queridos, agradezco por mis decisiones, agradezco por la visita de Anita y la comunicación con mi amiga Chelita, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día.
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