REMODELACIÓN AL BAÑO DE MI SECRE... ¡MIAU!

 

   Hoy fue uno de esos días en los que lo paso en meditación y dejo todo en manos de mi secre y mi gordis.  Sólo me asomo durante el día, cada tres o cuatro horas, para observar cómo se portan mis familiares que, al contrario de la realeza humana, evitan los enredos.

   Bueno, yo había aceptado la solicitud de mi gordis para mejorar las condiciones del baño de Fanny, mi secre, y es que en verdad, cumple impecable y puntualmente con todas sus funciones, tanto laborales como fisiológicas.

   Desde hace algunos meses, mi gordis me insistía en la necesidad de transformar el excusado de mi secre, yo me había rehusado pero fue tanta la insistencia de Tere, que cedí. 

   Por la mañana tocaron el timbre, mi secre abrió la puerta, los dos atravesaron mi enorme jardín y, tras anunciar que se trataba de la visita de mi admirador, Pepe se inclinó y besó mi patita derecha.  Yo recibí el saludo con el orgullo que reviste mi cargo e indiqué a mi gordis que lo condujese hacia el oloroso sitio. 

   Con el respeto que merezco, Pepe me informó que iría por los aditamentos que iba a necesitar para embellecer y transformar el lugar que mi Tere señaló con base en las preferencias de mi secre.

   Sin duda alguna, el baño está quedando sublime, aún falta la mitad y espero que desde ahora, mi Fanny se sienta reconocida, valorada, apreciada y amada lo suficiente para que no haya reclamos…¡MIAU!

 

 

Mis agradecimientos estóicos.

   Agradezco a mis seres queridos, los que están aquí y los que ya trascendieron, por los recuerdos que fortalecen y animan ni ser aquí; agradezco a Mary, a Santi y a Dadá por la amorosa visita de hoy; agradezco a mis mascotas por su dulce y tierna compañía, agradezco a Pepe por su apoyo y su gran espíritu de servicio, agradezco por la comida de hoy, agradezco por continuar aquí y agradezco por este día...