En septiembre hay muchos cumpleañeros, aunque no son tantos como los abrileños. En septiembre nacimos nosotros, los de la realeza de San Juan de Aragón, mi amiga vienesa Kimmy y otros humanos de la familia, además de grandes amistades. Por ello me di a la tarea de buscar información sobre el mes, es que no quise repetir fechas importantes puesto que lo verdaderamente valioso es el hecho de que nosotros llegamos a este mundo en estas fechas.
El de investigar es un trabajo arduo, que no agota mis musculitos en reposo, sino mi cerebro en acción. Resulta que han existido gran variedad de calendarios, todos ellos con errores que requerían un ajuste (el incremento de un día) cada cierto número de años.
El calendario utilizado en gran parte del mundo es el llamado gregoriano o cristiano, que fue introducido por el Papa Gregorio XIII en el año 1582 para sustituir al calendario Juliano.
Las características más sobresalientes del calendario gregoriano consisten en que se basa en el movimiento de traslación de nuestro planeta alrededor del sol; tiene tres tipos de año, el año común tiene 365 días; el biciesto 366 y el año secular que dura 365 días a excepción de que sea múltiplo de 400, en cuyo caso es año biciesto y tiene 366. En este calendario, el año consta de 12 meses, seis de ellos son de 31 días, cinco de 30 días y uno de 28 días que cada 4 años, cuenta con un día más.
Me informé sobre los diferentes calendarios en el devenir histórico, averigüé que el calendario egipcio y el maya tenían 365 días, pero el maya, además, contaba con varios tipos de medición de los días pues existían diferentes versiones para representar el tiempo.
Ahora, lo que es el centro de mi interés, SEPTIEMBRE, tiene su nombre por ser el séptimo mes del calendario romano, que comenzaba en marzo.
La verdad, mi cabecita comenzó a girar, me sentí cual muñeco desarticulado y una ligera punzada en mis sienes fue incrementando su intensidad. Decidí abandonar la tarea.
De lo escrito anteriormente han pasado ya varios días, mismos que necesité para reponer mi nublado entendimiento y ahora, repuesto del todo, concluyo que septiembre es un mes bonito, como todos los que existen en el año, puesto que en ellos cumplen años mis más queridos admiradores, amigos y familiares.
Un abrazo a todos los cumpleañeros septembrinos que, por ser muchos, no acabaría de enlistarlos… ¡MIAU!
Mis agradecimientos estoicos.
Agradezco a mis seres queridos, los que están aquí y los que gozan de la vida eterna por su compañía diaria, cercana y a distancia; agradezco a mis mascotas por su dulzura y acompañamiento continuo; agradezco a la vida por permitirme continuar aquí y agradezco por este día.
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