Desde las alturas en las que vivo, sobre los libreros y muebles altos,
puedo observar todo lo que acontece a mí alrededor desde la magnificencia de mi
elevado intelecto. Cuando comenzó lo del coronavirus y más tarde se
le denominó COVID 19, he escuchado repetidamente, centenas de veces, la palabra
cuarentena al referirse al aislamiento.
Pues
mal, hace algunos días, no recuerdo si hace una decena o una docena, mientras
mi mamá y mi cuñada veían el noticiero, escuché una entrevista. Mientras
tanto, yo estaba recostada en el mueble sobre el cual descansa mi pantalla de
televisión; la voz de la conductora del canal me adormeció, me parecían
susurros cada vez más lejanos y estaba ya en camino a tener una siesta
placentera, como las que gozo cuando estamos en familia.
Cabe
aclarar que esta es una familia nueva que se ha logrado adaptar a mis gustos y
exigencias, a mis costumbres y caprichos y que me complace porque mi mami, la
gordis cincuentona, les ha recomendado estar al servicio. Bueno,
estaba yo en esas intenciones de dormir cuando escuché la voz de un
hombre, creo que era un galeno, que decía que “la cuarentena será de dos
semanas aproximadamente”. ..
Abrí
mis verdes y enormes ojos, los abrí mucho, ¡estaba aterrada! ¿“Qué
es lo que dijo ese individuo?”, pensé con horror. “¡Que hable
correctamente!”.
Miré
hacia el televisor, me dirigí hacia el sujeto que hablaba y le dije que debía
referirse a los días con propiedad y si quería decir que era un
periodo de catorce días, podía emplear la palabra catorcena o dos semanas, o de
plano, catorce días omitiendo la palabra “cuarentena” y mejor decir
“aislamiento”.
Bueno,
como soy obsesiva, genial, hermosa, reflexiva y aficionada al conocimiento del
lenguaje además de estudiosa de la etimología, investigué el significado de la
palabra que ya no quiero repetir porque me ha hartado.
Resulta
que la palabra a la que me refiero está compuesta por dos elementos, es
decir, a la palabra cuarenta se lo agrega el sufijo “ena” y hace referencia a
un periodo de cuarenta días. “¡Ah!”, pensé con la astucia
inherente a mi gatuna existencia, “Por eso es que mi mami dice que cuando
trabajaba en otro lado le pagaban catorcenalmente, eso quiere decir que el pago
era cada catorce días, mi tío le recomendó que nos cortaran las garritas cada
dos semanas, esto es con un intervalo catorcenal ”.
Resulta
que alrededor del año 1300 hubo la llamada “peste negra” y se aisló a la
población infectada durante 40 días. Hace años se aislaba a las
mujeres y a los bebés recién paridos con la finalidad de que recobraran sus
fuerzas, evitar enfermedades e, incluso, el bebé no salía de la habitación en
la que se encontraba, todo ello durante cuarenta días, o sea, una cuarentena.
Lo malo
es que ya no está aquí mi hermano, porque con él podría debatir sobre el uso
del término, pues él era un ardiente defensor de la modificación del lenguaje
porque, decía, el español es una lengua viva y es natural que al utilizarse
desde su aspecto pragmático, las acepciones y las palabras sufran modificaciones.
Yo
estaría en contra de estos actos que me parecen verdaderas agresiones
a mi idioma. En fin, imagino el debate y una vez más, no me
dejaría convencer por él. ¡SOY PURISTA! ¡MIAUUUUU!!!!
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